Publicado 19/05/2021 17:12

O.Próximo.- Abbas garantiza que sin Jerusalén "no habrá paz, seguridad, estabilidad o acuerdo" con Israel

Archivo - El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas
Archivo - El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas - picture alliance / Soeren Stache / DPA - Archivo

MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha asegurado este miércoles que las autoridades palestinas "nunca aceptarán una sustituta" para la ciudad de Jerusalén y que, sin ella, "no habrá paz, seguridad, estabilidad, ni acuerdo en la región ni en el mundo".

En un discurso virtual pronunciado antes de la sesión de emergencia del Parlamento Árabe sobre la escalada de tensiones entre la Franja de Gaza e Israel, Abbas ha subrayado que Jerusalén "ha demostrado ser una vez más la base común alrededor de la cual se reúne el pueblo palestino, así como las naciones árabes e islámicas". "Todo es inútil sin ella", ha incidido.

Asimismo, ha condenado los bombardeos israelíes sobre los territorios palestinos, antes de señalar que se tratan de actos de "terrorismo de estado" y "crímenes de guerra" que pueden ser objeto de condenas bajo el Derecho Internacional. En este sentido, ha pedido "perseguir" a los autores para que "rindan cuentas" ante tribunales internacionales.

En este contexto, el presidente de la Autoridad Palestina ha enfatizado que las autoridades palestinas están centradas en detener la "agresión israelí" y buscan armar un proceso político "serio" que asegure "el fin de la ocupación israelí de los territorios palestinos, incluido Jerusalén Este".

"Buscamos la paz y no hacer la guerra", ha incidido, antes de remarcar que, sin embargo, no se busca "renunciar" a "ninguno de los derechos del pueblo y la nación palestina, en particular su derecho a Jerusalén", ha recogido la agencia de noticias Wafa.

Por otro lado, se ha referido a las elecciones palestinas y ha afirmado que su objetivo es "asegurar" que se celebren en todos los territorios, incluido Jerusalén Este, y ha destacado su compromiso de llevarlas a cabo una vez desaparezca "el motivo de su aplazamiento", es decir, las restricciones impuestas por Israel en esta zona de la ciudad, considerada como ocupada.

UN TOTAL DE 220 MUERTOS DEL LADO GAZACÍ

Por otro lado, el Ministerio de Salud de Gaza ha trasladado que 220 personas, incluidos 63 menores, han fallecido como consecuencia de los ataques aéreos que Israel ha ejecutado contra el enclave. Por su parte, según recoge la agencia de noticias Maan, 1.530 personas han resultado heridas.

El portavoz del Gobierno gazací, Salama Maruf, ha detallado en un comunicado que Israel ha lanzado más de 1.810 ataques desde que comenzó la escalada de tensiones hace diez días. En las últimas horas, los bombardeos han destruido domicilios en las zonas de Khan Yunis, Gaza y la localidad de Bait Hanun, ubicada en la Franja de Gaza. Asimismo, la cifra de desplazados por los bombardeos ha superado los 107.000, de los que 44.000 están en refugios y 63.000 con familiares.

Maruf también ha señalado que 74 edificios gubernamentales y públicos han sufrido daños por los bombardeos, igual que terrenos agrícolas. Por otro lado, tres mezquitas han sido destruidas completamente y 40 han sufrido graves daños.

Las tensiones, que también han dejado doce muertos en Israel --incluidos una mujer india y dos tailandeses-- y más de 20 palestinos en Cisjordania por la represión de las movilizaciones para condenar la ofensiva contra Gaza y los incidentes en Jerusalén, aumentaron el 9 de mayo. Las fuerzas israelíes irrumpieron nuevamente en la Explanada de las Mezquitas --lugar conocido como Monte del Templo por los judíos-- y lanzaron gases lacrimógenos incluso en el interior de la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.

Tras ello, Hamás lanzó varios proyectiles contra Jerusalén y sus alrededores, lo que llevó a Israel a responder con una campaña de bombardeos contra el enclave, a la que las facciones palestinas han respondido incrementando sus disparo de cohetes, a pesar de los intentos de mediación de Egipto y otros países.

El recrudecimiento de los combates se ha visto además seguido por un aumento de los enfrentamientos entre judíos y musulmanes en varias ciudades de Israel y de Cisjordania, incluidas palizas e intentos de linchamiento, lo que ha hecho saltar las alarmas ante la posibilidad de un conflicto civil a gran escala.