El grupo afirma que el plan está diseñado para "humillar" a la población y "marginar" a los organismos de la ONU dedicados a labores humanitarias
MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha denunciado que el sistema puesto en marcha por Israel para la entrega de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza supone "una trampa" para los civiles y un intento de "marginar" a los organismos de Naciones Unidas en estas labores humanitarias en el enclave palestino.
"Las imágenes de civiles corriendo hacia centros de distribución de ayuda confirman el fracaso del mecanismo israelí y su transformación en una trampa que amenaza la vida de los civiles", ha dicho el grupo, que ha afirmado que este sistema busca "beneficiar los objetivos políticos y militares de la ocupación, no dar ayuda".
Así, ha manifestado que estos puntos de distribución "son corredores humanitarios trampa usados para humillar y extorsionar" y ha agregado que "la continuada negativa a la entrada de ayuda a través de los cruces fronterizos oficiales es una flagrante violación del Derecho Internacional".
Por ello, ha reclamado a Naciones Unidas y al resto de la comunidad internacional que "adopten medidas urgentes para detener este plan y forzar a la ocupación a abrir los pasos fronterizos y permitir la entrada de ayuda a través de organismos internacionales", según ha recogido el diario palestino 'Filastin'.
Horas antes, las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, habían denunciado la muerte de tres civiles en una "masacre" contra "civiles hambrientos" en uno de estos centros de distribución en la ciudad de Rafá, en la frontera con Egipto, suceso que se saldó además con 46 heridos y "siete desaparecidos".
La oficina de prensa de las autoridades gazatíes habló en un comunicado en su cuenta en Telegram de "nuevo crimen en el sangriento historial de la ocupación" y aseguró que las tropas israelíes "abrieron fuego contra civiles hambrientos que fueron invitados a ir al lugar a recibir ayuda".
"Tememos que la ocupación repetirá este crimen y provocará más mártires, heridos y desaparecidos", sostuvo, al tiempo que hizo hincapié en que el suceso es "un crimen de guerra, cometido a sangre fría contra civiles agotados por un cerco y hambre que dura más de 90 días desde el cierre de los pasos y tras cerca de 20 mees de genocidio", en referencia a la ofensiva israelí tras los ataques del 7 de octubre de 2023.
Por ello, criticó estos "guetos" e incidió en que estos incidentes "son la prueba concluyente del fracaso de la ocupación a la hora de hacer frente a la situación humanitaria que ha creado de forma deliberadamente a través de sus políticas sistemáticas de cerco, hambre, bombardeo y destrucción".
"Lo que está pasando en Gaza es un gran crimen ante la vista de todo el mundo y seguir en silencio supone una complicidad vergonzosa", esgrimió, al tiempo que hizo "totalmente responsables" a Israel y sus aliados, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia, de "la hambruna y masacres en masa contra civiles en la Franja de Gaza".
CRÍTICAS A NETANYAHU POR SUS "DESVERGONZADAS" PALABRAS
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha defendido su plan de reparto de ayuda en la Franja de Gaza tras la apertura el martes de dos puntos para ello en el sur del enclave, argumentando que pretende dejar a Hamás "como peces sin agua". Además, tildó de "mentira" las acusaciones sobre la inanición de los civiles palestinos, en medio de las alertas internacionales sobre la profunda crisis humanitaria en el enclave.
Netanyahu calificó las críticas de "moda actual, mentira actual" aludiendo a que "se extiende como la pólvora" en los medios de comunicación. En este sentido, trató de desmentir los datos de instituciones internacionales sobre los niveles de hambre y desnutrición en el enclave palestino, alegando que entre los detenidos "no se ve ni uno, ni uno solo demacrado desde el comienzo de la guerra hasta el presente".
En respuesta, Hamás ha publicado un segundo comunicado en el que tilda de "desvergonzadas" estas palabras de Netanyahu, al que describe como "un criminal de guerra buscado por el Tribunal Penal Internacional (TPI)", en referencia a la existencia de una orden de arresto dictada por el tribunal contra el primer ministro de Israel y su exministro de Defensa Yoav Gallant por supuestos crímenes de guerra y contra la humanidad en Gaza.
El grupo islamista palestino ha destacado que estas declaraciones y "la sarcástica descripción de la tragedia humanitaria que ha creado en Gaza" suponen "una expresión de una mentalidad enferma y criminal que se ha convertido en una amenaza para el mundo y para el sistema de leyes y valores humanos".
Las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, han elevado este mismo miércoles a cerca de 54.100 los muertos por la ofensiva desatada por Israel contra el enclave, en medio de las alertas internacionales por la grave crisis humanitaria en la Franja y los datos sobre la muerte de hambre de decenas de personas a causa de la escasez de alimentos y otros bienes esenciales.