MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina ha pedido la intervención del Tribunal Penal Internacional (TPI) para que se haga justicia tras la absolución del policía israelí Iyad al Hallaq, un palestino autista que murió por disparos "a sangre fría" de 2020 en Jerusalén.
"No hay justicia bajo la ocupación ilegal israelí y el régimen del apartheid. Israel, la potencia ocupante, y su podrido sistema judicial sigue refrendando los crímenes de guerra y contra la humanidad contra un pueblo ocupado y brinda inmunidad absoluta a sus fuerzas de ocupación y sus agentes", ha apuntado el Ministerio en un comunicado recogido por la agencia de noticias palestina WAFA.
Así, ha denunciado el "lamentable blanqueamiento del asesinato deliberado" de Iyad al Hallaq cuando se dirigía a una escuela para alumnado con necesidades especiales el 30 de mayo de 2020.
"El inservible sistema judicial israelí es clave para su régimen de apartheid y sus aspiraciones coloniales, para los colonos racistas y violentos que se alimentan de la discriminación sistemática y de la supremacía judía. La muerte de Iyad no fue un 'error honesto', sino que forma parte de un patrón y de la ejecución directa de las criminales leyes israelíes y declaradas intenciones de asesinar a palestinos", ha añadido.
Un Tribunal de Distrito israelí dictó el pasado jueves la absolución del agente porque "actuó imprudentemente" pero la muerte fue "un error trágico" debido a la "defensa propia" pese a que el palestino no tenía arma alguna.
Por ello, la Autoridad Palestina considera que "la Fiscalía del TPI tienen la responsabilidad y la obligación insalvable de investigar por Iyad y por los incontables palestinos víctimas de la cultura de impunidad de Israel". Además, subraya que si se investiga, sería una "disuasión" para "evitar crímenes israelíes contra el pueblo palestino".
Al Hallaq huyó cuando dos miembros de la Policía Fronteriza israelí intentaron detenerle en Jerusalén Este y se escondió en una sala para la recogida de basuras, donde fue tiroteado.
El hombre se encontraba desarmado y habría sido erróneamente identificado como un atacante. Varios testigos fueron interrogados e Isarel sostiene que no existen grabaciones de las cámaras de seguridad que recogieran su muerte.