Dice que "hay camiones listos para descargar" y pide a Israel que "facilite lo antes posible la entrega continua de ayuda"
MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, según sus siglas en inglés) ha anunciado este viernes la suspensión de sus entregas de ayuda en la Franja de forma indefinida por motivos de seguridad después de los bombardeos ejecutados durante las últimas horas por el Ejército israelí contra varios puntos de Irán, incluida la instalación nuclear de Natanz.
El director ejecutivo de la fundación y el director ejecutivo interino, Johnnie Moore y John Acree, respectivamente, han indicado en un comunicado facilitado a Europa Press que a primera hora de este viernes, después de los ataques israelíes contra Irán, fueron entregadas 35.520 cajas con ayuda alimentaria, lo que equivale a más de dos millones de comidas.
"Teníamos camiones adicionales listos para descargar y entregar, pero se nos ordenó retirarnos", han detallado. "Hemos solicitado a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que faciliten la entrega continua de ayuda lo antes posible. Estamos listos para servir al pueblo de Gaza", han señalado.
Así, han recordado que "la GHF era la única organización entregando comida en Gaza durante la última noche y el día de hoy". "Todas nuestras actividades son una respuesta directa al llamamiento del presidente (estadounidense, Donald) Trump este año para entregar ayuda a los gazatíes a través de medios alternativos", han explicado.
"Esto demuestra la determinación y la dedicación de nuestro firme equipo, compuesto por cooperantes estadounidenses y habitantes locales de Gaza, que trabajan juntos para proporcionar alimentos esenciales a la población de Gaza", han dicho, antes de subrayar que "a pesar de los acontecimientos actuales en Oriente Próximo y de un futuro incierto, la GHF se mantiene fiel a su misión, la de proporcionar la mayor cantidad de alimentos posible a la mayor cantidad de personas y de la forma más segura".
La fundación, que tiene su sede en Suiza, está siendo objeto de críticas por parte de Naciones Unidas y otras organizaciones humanitarias al entender que incumple las normas internacionales de neutralidad en la entrega de ayuda y considerarla cabeza visible de un cuestionado plan que implica la presencia en Gaza de seguridad privada y del Ejército israelí para vigilar el perímetro en los puntos de entrega de alimentos.
La ofensiva de Israel, lanzada tras los ataques ejecutados por Hamás y otras facciones palestinas el 7 de octubre de 2023 --que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según el Gobierno israelí--, ha causado hasta la fecha más de 55.200 muertos y cerca de 127.800 heridos, tal y como han denunciado las autoridades del enclave palestino, controladas por Hamás, si bien se teme que la cifra sea superior.