JERUSALÉN, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está tramitando la legalización de unas 2.000 nuevas viviendas en las colonias judías de Cisjordania a pesar de estar en funciones ante la próxima convocatoria de las terceras elecciones en doce meses. La medida ha sido elogiada por las colonias israelíes, que destacan que es una decisión "sin precedentes" que pone fin a ocho años de frenazo en la construcción.
El Consejo Superior de Planificación de la Administración Civil, el organismo competente en materia de asentamientos, aprobará entre el miércoles y el jueves próximos esta legalización, según el orden del día publicado este fin de semana y recogido por el diario israelí 'Yedioth Aharonoth'.
El organismo dará luz verde al inicio de la construcción de 780 viviendas: 258 en el asentamiento de Harsha, 147 en el de Mitzpe Yeriho, un centenar en Halamish y 107 en Elon Moreh. Además avanzará en los trámites para autorizar un millar más de viviendas en Maale Adumim (63), Maale Mijmas (157), Almon (110) y Kojav Yaakov (160).
Anteriormente se había especulado con que el Consejo legalizaría unas 3.000 viviendas, pero la cifra finalmente se ha quedado en unas 2.000.
La ONG pacifista israelí Peace Now ha criticado la iniciativa y ha acusado a Netanyahu de no tener la legitimidad democrática para impulsar estas medidas. "Netanyahu, sin autoridad ni responsabilidad, sigue fomentando la construcción en los asentamientos de Cisjordania y sacrificando la posibilidad de un acuerdo con el pueblo palestino", ha reseñado el grupo.
"El próximo gobierno deberá paralizar de inmediato la construcción, volver a las negociaciones de paz con los palestinos sin condiciones previas y trabajar para poner fin a un sangriento conflicto sobre la base de la solución de los dos estados", ha remachado.
En cambio, el Consejo Yesha, que aglutina a los ayuntamientos de las colonias judías de Cisjordania, ha elogiado la medida. "Tomamos las manos del primer ministro y del ministro de Defensa (Naftali Bennett) por aprobar este plan sin precedentes tras ocho años de paralización de la construcción en los asentamientos", ha apuntado el grupo.
Cisjordania --incluida Jerusalén Este--, la Franja de Gaza --de la que Israel se retiró en 2005-- y los Altos del Golán sirios fueron ocupados militarmente por Israel en la guerra de 1967, por lo que la construcción de asentamientos y la colonización de estos territorios suponen un crimen de guerra desde el punto de vista del Derecho Internacional.
En Cisjordania viven unos 531.000 colonos judíos, según datos de 2012, parte en colonias consideradas legales por Israel y parte en asentamientos considerados ilegales incluso por el Gobierno israelí. Las cifras actuales podrían ser superiores.
El 20 de diciembre de 2019 la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) abrió una investigación formal sobre los presuntos crímenes de guerra cometidos en territorio palestino.