El Gobierno palestino pide a la comunidad internacional "medidas disuasorias" contra Israel para que ponga fin a sus "crímenes"
MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 20 palestinos, incluidos siete niños --entre ellos un bebé--, han resultado heridos este viernes a causa de un nuevo ataque perpetrado por colonos israelíes contra la localidad de Masafer Yata, situada en Cisjordania y escenario durante los últimos meses de un repunte de los asaltos por parte de colonos respaldados por las fuerzas de seguridad de Israel.
Según las informaciones recogidas por la agencia palestina de noticias Maan, los colonos han irrumpido de madrugada en el área de Jalet al Daba, donde han causado daños materiales en varias viviendas y campos de cultivo, dejando además más de 20 heridos, incluidos varios niños que han sido agredidos o se han visto afectados por la inhalación de gases lacrimógenos.
El Ejército de Israel no se ha pronunciado por ahora sobre este nuevo incidente, inmediatamente condenado por el Gobierno palestino, que ha afirmado que estos hechos "requieren que la comunidad internacional asuma sus responsabilidades y adopte medidas disuasorias que obliguen al Gobierno de ocupación a poner fin a estos ataques y crímenes y a detener y exigir responsabilidades a sus autores".
El Ministerio de Exteriores palestino ha hecho hincapié en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X que estos ataques son perpetrados por colonos "bajo la protección del Ejército de ocupación israelí, que los alienta a continuar con sus violentos ataques contra ciudades y aldeas palestinas sin que haya rendición de cuentas ni control, con el objetivo de aterrorizar a los ciudadanos palestinos".
Así, ha alertado de que esta "escalada de ataques organizados" por parte de colonos "supone un desprecio a las condenas internacionales" y "forma parte del robo continuo de tierras palestinas ocupadas y su asignación a la expansión y profundización de los asentamientos con el objetivo de imponer una nueva realidad en la Cisjordania ocupada como preparativo de cara a la anexión de grandes extensiones de ella".
Cisjordania y Jerusalén Este han sido escenario de un aumento de las operaciones israelíes a raíz de los ataques del 7 de octubre de 2023, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según las autoridades israelíes, si bien ya en los primeros nueve meses de ese año se habían registrado cifras récord de fallecidos en estos territorios.