Denuncia las "horribles atrocidades" de Israel y una "guerra desproporcionada" contra Gaza
MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Irán ha condenado este viernes las "horribles atrocidades" cometidas por Israel contra "palestinos inocentes" y ha resaltado que los sucesos en la mezquita de Al Aqsa demuestra la "futilidad" de los acuerdos alcanzados por varios países de la región para normalizar sus relaciones diplomáticas con Israel.
El ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, ha señalado que Israel ha lanzado "una guerra desproporcionada" contra Gaza, que ha descrito como "la mayor cárcel a cielo abierto del mundo", y ha dicho que el Ejército israelí "ha usado armamento avanzado de la forma más cruel y brutal".
Así, ha resaltado que durante la campaña de bombardeos "han sido masacrados cientos de palestinos y han resultado heridos miles de civiles", destruyendo infraestructura civil "e incluso matando al jefe del equipo de respuesta contra el coronavirus en Gaza".
"La postura inmoral de algunos países occidentales a la hora de igualar a víctimas y culpables es condenable, injusta e inaceptable", ha sostenido, antes de recalcar que "negar la asimetría total de la situación entre ocupante y opresor frente a ocupado y oprimido no sólo demuestra la hipocresía y falta de moral, sino que equivale a una complicidad en los crímenes cometidos contra los palestinos".
"Recalcamos que el pueblo de Palestino está totalmente autorizado a defenderse y desafiar las tácticas tiránicas de este régimen racista de apartheid", al tiempo que ha hecho hincapié en que "el único camino hacia la paz en palestina es celebrar un referéndum entre todos los residentes en Palestina, judíos, cristianos y musulmanes, incluidos los refugiados y desplazados palestinos".
Por otra parte, ha apuntado que "durante más de siete décadas, las brutales políticas y prácticas israelíes han violado los Derechos Humanos fundamentales y la dignidad del pueblo palestino", que ha quedado "privado de tierras, propiedades y empresas mientras es expulsado por la fuerza de sus casas y sometido a violencia, terrorismo e intimidación".
Zarif, que ha denunciado las "políticas discriminatorias y racistas de apartheid" de Israel, ha resaltado que el Gobierno israelí "ha negado totalmente cualquier derecho a la autodeterminación a los palestinos" y ha llevado a cabo "medidas y provocaciones sin precedentes para acelerar la judaización de Jerusalén".
En este sentido, ha asegurado que Israel busca "alterar la composición demográfica" de la ciudad "a través de la eliminación de los palestinos cristianos y musulmanes en Ciudad Santa", según un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores de Irán a través de su página web.
IRÁN "NUNCA PONDRÁ FIN A SU APOYO A LOS PALESTINOS"
Por su parte, el jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, Esmail Qaani, ha destacado la "épica" lucha de los palestinos contra Israel y ha resaltado que Irán "no dejará sola a Palestina y nunca pondrá fin a su apoyo a los palestinos".
"Continuaremos (nuestro apoyo) hasta la caída del régimen ocupante", ha dicho Qaani, quien ha apuntado que las "capacidades" de los grupos palestinos "son mucho mayores que lo que el enemigo ha visto e incluso imagina", según ha informado la agencia iraní de noticias Tasnim.
La campaña de bombardeos de Israel contra la Franja de Gaza, iniciada el 10 de mayo y que ha concluido este viernes tras la entrada en vigor de un alto el fuego, ha dejado al menos 240 palestinos muertos, entre ellos 66 niños, según lo datos de las autoridades gazacíes.
En Israel han muerto doce personas, entre ellas una mujer india y dos hombres tailandeses, balance al que hay que sumar a cerca de 30 palestinos muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes durante las últimas manifestaciones en Cisjordania.
Las tensiones en Gaza aumentaron el 9 de mayo, cuando las fuerzas israelíes irrumpieron nuevamente en la Explanada de las Mezquitas --lugar conocido como Monte del Templo por los judíos-- y lanzaron gases lacrimógenos incluso en el interior de la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.
Tras ello, Hamás lanzó varios proyectiles contra Jerusalén y sus alrededores, lo que llevó a Israel a responder con una campaña de bombardeos contra el enclave, a la que las facciones palestinas han respondido incrementando sus disparo de cohetes, a pesar de los intentos de mediación de Egipto y otros países.
El recrudecimiento de los combates se ha visto además seguido por un aumento de los enfrentamientos entre judíos y musulmanes en varias ciudades de Israel y de Cisjordania, incluidas palizas e intentos de linchamiento, lo que ha hecho saltar las alarmas ante la posibilidad de un conflicto civil a gran escala.