Fuentes militares aseguran al diario 'Haaretz' que tenían orden de dispersar a los gazatíes con fuego de artillería y disparos selectivos
MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Israel ha desmentido este viernes una contundente noticia del diario 'Haaretz' y en la que militares israelíes bajo el anonimato aseguran que han recibido orden de disparar a los gazatíes que acuden a los centros de reparto de ayuda de la fundación concebida por EEUU e Israel, la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés).
Los militares entrevistados aseguran que sus comandantes les ordenaron disparar contra la multitud cerca de los centros de distribución de ayuda de la GHF para ahuyentarla, incluso cuando era evidente que no representaban ningún peligro. "Disparábamos como si fueran una fuerza de ataque: no empleamos métodos de dispersión de multitudes ni gases lacrimógenos; disparamos con todo lo imaginable: ametralladoras pesadas, lanzagranadas, morteros", aseguró una de estas fuentes.
"Se supone que debemos disparar tiros de advertencia para ahuyentarlos (...) pero últimamente, disparar proyectiles se ha convertido en un procedimiento estándar. Cada vez que disparamos así, hay bajas y muertos, y cuando preguntas por qué es necesario un proyectil, nunca hay respuestas inteligentes", de acuerdo con otro militar.
Según el Ministerio de Salud del enclave palestino, bajo control del movimiento islamista palestino Hamás, más de 500 personas han muerto por los disparos israelíes desde el inicio de las operaciones de la GHF, que también ha negado incidentes en sus centros de distribución.
Ahora, el Ejército israelí ha salido al paso de la información asegurando que sus militares "no tienen ninguna directiva para disparar deliberadamente contra personas no involucradas en general, ni contra quienes llegan a los complejos de distribución en particular".
El Ejército asegura que sus militares están "llevando a cabo procesos sistemáticos de aprendizaje con el objetivo de mejorar la respuesta operativa en la zona y reducir al máximo la fricción entre la población y las fuerzas militares", con la instalación de vallas, señalizaciones y aperturas de rutas adicionales.
El Ejército promete que "cualquier denuncia de violación de la ley y las órdenes será examinada exhaustivamente, incluyendo la adopción de las medidas necesarias" y dice desconocer "las descripciones de disparos selectivos contra civiles que aparecen en el artículo no se conocen sobre el terreno".