El Ejército israelí confirma otro ataque contra una "sede militar" de Hezbolá en el sur de Líbano
MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Al menos una persona ha muerto y dos han resultado heridas este jueves en un nuevo bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel en la localidad de Mansuri, situada en el sur de Líbano, a pesar del alto el fuego alcanzado en noviembre de 2024.
El Ministerio de Sanidad libanés ha indicado en un breve mensaje en su cuenta en la red social Facebook que el ataque ha sido perpetrado por un dron israelí contra una motocicleta que circulaba por la localidad, situada en los alrededores de la ciudad de Tiro.
El Ejército de Israel no se ha pronunciado por ahora sobre el ataque, si bien este mismo jueves ha confirmado que durante la noche del miércoles atacó "una sede militar" del partido-milicia chií Hezbolá en el área de Yochmur.
"La sede funcionaba bajo la cobertura de una estructura civil, lo que muestra que Hezbolá explota a la población civil para promover sus planes terroristas contra el Estado de Israel", ha apuntado, antes de afirmar que "esta sede supone una violación flagrante de los entendimientos entre Israel y Líbano", en referencia al alto el fuego.
Asimismo, el Ejército de Israel confirmó el miércoles que durante los últimos días ha llevado a cabo varias operaciones terrestres en el sur de Líbano contra supuestos almacenes e infraestructuras de Hezbolá, sin que el grupo o las autoridades libanesas se hayan pronunciado por ahora.
Israel justifica este tipo de ataques contra Líbano argumentando que actúa contra actividades de Hezbolá y que, por ello, no viola el alto el fuego pactado en noviembre, si bien tanto Beirut como el grupo se han mostrado críticos con estas acciones, igualmente condenadas por Naciones Unidas.
El pacto, alcanzado tras meses de combates al hilo de los ataques del 7 de octubre de 2023, contemplaba que tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus efectivos del sur de Líbano. Sin embargo, el Ejército israelí ha mantenido cinco puestos en el territorio de su país vecino, algo también criticado por las autoridades libaneses y el grupo chií, que exigen el fin de este despliegue.