La Alianza Atlántica evita señalar a Irán, aunque recuerda sus "maniobras de desestabilización" en la región
BRUSELAS, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
La OTAN ha mostrado este martes su "firme condena" del ataque con dron contra el buque petrolero 'Mercer Street' frente a las costas de Omán, que costó la vida a dos tripulantes, y que Reino Unido y Estados Unidos atribuyen a Irán.
"Nos sumamos a los aliados en la condena firme del ataque fatal contra el buque 'Mercer Street' frente a las costas de Omán y expresamos nuestras condolencias a Rumanía y Reino Unido por las pérdidas", ha indicado un portavoz de la Alianza Atlántica, en referencia a los tripulantes fallecidos, un británico y un rumano.
Sin señalar directamente a Irán, la OTAN ha afeado las "maniobras de desestabilización" de Teherán en el golfo Pérsico y ha pedido que respete sus obligaciones internacional, después de mencionar que Estados Unidos, Reino Unido y Rumanía consideran "altamente probable" que detrás del ataque se encuentre el régimen de los ayatolás.
Por su parte, la Unión Europea se ha unido a la condena del episodio, un "inaceptable" atentado contra la libertad de navegación, según ha explicado la portavoz del Servicio de Acción Exterior de la UE, Nabila Massrali. "Nos oponemos a cualquier acción que dañe la paz y la estabilidad en esta región", ha subrayado.
La diplomacia europea ha mostrado su solidaridad con las naciones afectadas y ha insistido en que se debe esclarecer las circunstancias del ataque, para más tarde señalar que toma nota de las investigaciones puestas en marcha por Reino Unido, Estados Unidos e Israel, aunque evitando en todo momento mencionar directamente a Irán.
La empresa que gestiona el buque, Zodiac Maritime, informó el viernes de la muerte de dos tripulantes en el ataque y apuntó que "los detalles del incidente están siendo establecidos y han una investigación en marcha", antes de agregar que trabaja de cerca con la United Kingdom Marine Trade Operations (UKMTO) y otras autoridades competentes.
La región del golfo Pérsico ha estado en el centro de una disputa latente entre Irán y varios estados occidentales, especialmente Estados Unidos y ha sido escenario de varios incidentes de este tipo durante los últimos años.