MAZATLÁN (MÉXICO), 4 jul (Reuters/Notimérica) -
Un enfrentamiento armado entre presuntos criminales y fuerzas de seguridad en México, que ha dejado 17 muertos y cinco agentes heridos, ha generado sospechas a un organismo estatal de derechos humanos que investigará lo que podría ser un nuevo caso de uso excesivo de la fuerza por parte de la policía.
Efectivos del municipio de Mazatlán, en el violento estado norteño Sinaloa, se enfrentaron el viernes a balazos contra varios hombres armados que habían asesinado a dos personas en Villa Unión, una zona en la que grupos rivales llevan adelante una encarnizada pelea por el control de las rutas de la droga.
Horas después, en las redes sociales comenzaron a circular fotos en las que se ven al menos dos camionetas con cuerpos amontonados con impactos de bala que serían de los presuntos integrantes de una organización delictiva.
En el enfrentamiento, ocurrido en un despoblado tramo carretero, no murió ningún policía, lo cual generó sospechas de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del estado.
"Esta comisión determinó iniciar una investigación", dijo a Reuters Miriam Hernández, comisionada de derechos humanos para el sur del estado, quien explicó que la pesquisa se abrió de oficio a partir de las imágenes y en base a su experiencia sobre los indicadores que miden las bajas de cada bando en enfrentamientos armados.
UNA "CARNICERÍA"
Algunos familiares de las víctimas entrevistados por Reuters se sumaron a las dudas y aseguraron que al momento de reconocer los cuerpos observaron que tenían balazos en la espalda. "Los mataron a la mala, ellos ni se defendieron, ni 'chance' les dieron", dijo una mujer que prefirió mantener su identidad en el anonimato por temor a represalias.
Un policía con experiencia en enfrentamientos armados en Mazatlán calificó el evento como una "carnicería". "Hace poco hubo otro enfrentamiento en el poblado de El Recreo (...) Esto fue algo muy parecido pero el resultado muy diferente. Esto no fue un enfrentamiento", dijo el oficial a Reuters.
En la zona aún podían observarse algunas manchas de sangre dispersas, casquillos de al menos cuatro calibres, ropa y otros objetos, como guantes de los que utiliza el personal de servicios periciales.
El secretario de seguridad pública en Mazatlán, Joel Ernesto Soto, quien estuvo presente durante el enfrentamiento, aseguró que se trató de un hecho fortuito y que los oficiales repelieron la agresión. "Estamos (...) totalmente de acuerdo que se lleven las investigaciones correspondientes, de seguro ahí se van a deslindar u observar los hechos tal y como fueron", destacó.
El Gobierno de México ha sido criticado por organismos de derechos humanos, locales e internacionales, por el actuar de algunos de sus cuerpos de seguridad involucrados en casos de ejecuciones extrajudiciales, así como la colusión de policías con organizaciones criminales.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) determinó que policías federales habrían matado a al menos 22 presuntos criminales en un rancho de Tanhuato, en los límites de los estados Jalisco y Michoacán, en 2015. También determinó que militares ultimaron a civiles en el municipio de Tlatlaya del central Estado de México en 2014.
En ambos casos se informó inicialmente de enfrentamientos entre delincuentes y agentes.
Con la detención en 2016 de Joaquín "El Chapo" Guzmán y su posterior extradición este año a Estados Unidos, Sinaloa ha vivido diversos episodios de violencia provocada por grupos criminales que buscan controlar la zona.