Actualizado 19/07/2018 17:57

Ortega apela al "bien común" ante otro día de protestas por el 39º aniversario de la Revolución Sandinista

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega
REUTERS / OSWALDO RIVAS

   MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha hecho este jueves una defensa del "bien común", de acuerdo con un comunicado difundido por su mujer y vicepresidenta, Rosario Murillo, con motivo del 39º aniversario de la Revolución Sandinista y ante lo que se prevé como una nueva jornada de protestas multitudinarias para exigir la dimisión del matrimonio y la "democratización" del país.

   Murillo ha publicado una nota oficial a través del diario 'online' 19Digital, afín al Gobierno, en nombre de la pareja presidencial para felicitar a los nicaragüenses por el aniversario de la revuelta popular que derrocó al dictador Anastasio Somoza.

   "Compañeros, compañeras, nos estamos convocando a esta mañana en todo nuestro sagrado territorio, conmemorando el 39º aniversario, encaminados en cristianismo, en amor en Cristo, en amor al prójimo, en socialismo, en solidaridad", reza el texto, recogido por la agencia de noticias Sputnik.

   Murillo ha transmitido también un mensaje personal de Ortega a los nicaragüenses, en el que ofrece "amor y compromiso de bien común, de buena esperanza, de buena fe, de amor al prójimo, de espíritu cristiano, de valores de familia y de comunidad", confiando en que así lleguen "la seguridad, la paz, el trabajo y la vida".

   El presidente y la primera dama sostienen que, a pesar de las convulsiones que está sufriendo la nación centroamericana, en esta destacada fecha está "enrrumbada hacia muchas nuevas victorias". "Es el plan de Dios que tiene para nuestro país", han declarado.

   El aniversario de la Revolución Sandinista, bandera del Gobierno, llega justo cuando se cumplen tres meses del inicio de las protestas que exigen la dimisión de Ortega y Murillo para celebrar unas elecciones anticipadas como punto de partido para "democratizar" Nicaragua.

   Desde el 18 de abril, cuando arrancó el movimiento antigubernamental, cerca de 300 personas han muerto y más de mil han resultado heridas debido a la brutal represión de la Policía y de grupos armados que simpatizan con el Gobierno y que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Naciones Unidas han calificado de "paramilitares".

   Esta coincidencia augura grandes manifestaciones para este jueves en Managua. "El pueblo ya no está con Ortega", ha dicho Arlene Correa, una de las cinco hijas de Francisco Correa, detenido en los últimos días por manifestarse contra el Gobierno. En mayo, Gallup cifró el rechazo popular al presidente en un 63 por ciento.

   "Con las violaciones a los Derechos Humanos, los asesinatos, (Ortega) se parece cada vez más a Somoza. La gente está abriendo los ojos", ha añadido desde la entrada de la cárcel de El Chipote, uno de los principales centros de tortura de la dictadura, en declaraciones a Reuters.

   De momento, hay previsto un acto conmemorativo convocado por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en todos los departamentos del país. Desde temprano, miles de personas se agolpaban para coger un buen sitio desde el que seguir el discurso de Ortega.

   "Ya estuvo bueno de violencia. Hemos sufrido años de guerras como para querer volver a lo mismo", ha indicado a Reuters Alexander Mendoza, estudiante de Derecho, en referencia a los conflictos armados librados en Nicaragua en el último siglo.

CRISIS EN NICARAGUA

   La protestas comenzaron en abril por una reforma de la seguridad social que aumentaba las contribuciones de empresarios y trabajadores y por primera vez ponía a cotizar a los jubilados, pero poco a poco aumentaron hasta reclamar un vuelco político.

   Ortega retiró la polémica reforma y ofreció un diálogo con la mediación de la Conferencia Episcopal que después de varias sesiones se ha estancado porque el presidente se niega a abandonar el cargo para dar paso a unas elecciones anticipadas.

   La Organización de Estados Americanos (OEA) ha aprobado varias resoluciones de condena de la violencia en Nicaragua, la última de ellas el miércoles, en la que pide a Ortega "que considere todas las opciones" para superar la crisis, incluido "un calendario electoral acordado conjuntamente en el contexto del diálogo nacional".

   El secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao, ha pedido este jueves, antes del inicio de la jornada, reanudar cuanto antes el diálogo. "Es el único camino para salvar y proteger vidas", ha esgrimido en Twitter.