MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, se ha comprometido este lunes a que las presidenciales del 31 de octubre, marcadas por la polémica por su candidatura a un tercer mandato, se celebren de forma "tranquila, inclusiva y creíble".
El compromiso de Ouattara ha sido formulado ante una delegación conjunta de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), Naciones Unidas y la Unión Africana (UA), tal y como ha desvelado la jefa de esta misión, la ministra de Exteriores de Ghana, Shirley Ayorkor Botchwey.
"En lo relativo a las elecciones presidenciales que se celebrarán el 31 de octubre, el señor presidente nos ha garantizado su total compromiso con unas elecciones, inclusivas y tranquilas", ha dicho en rueda de prensa, en la que ha incidido que estos tres organismos abogan por una votación en esta línea.
"Nosotros, la CDEAO, la ONU y la UA, hemos asegurado al presidente que vamos a trabajar con él en este sentido. Le hemos asegurado que queremos lograr un consenso para unas elecciones tranquilas, creíbles e inclusivas", ha resaltado, según ha informado el portal de noticias Koaci.
Por ello, la ministra ghanesa ha reclamado "a todos los ciudadanos y actores" que "se contengan y eviten discursos de odio y violencia". "Animamos a los actores políticos marfileños a usar todos los medios legales para resolver todas las dudas que queden pendientes", ha manifestado.
Las tensiones han aumentado drásticamente en el país tras el anuncio de Ouattara de presentarse a un tercer mandato a raíz del fallecimiento en julio del primer ministro y hasta entonces candidato gubernamental, Amadou Gon Coulibaly.
Posteriormente, el Constitucional falló a favor de permitir la candidatura de Ouattara, pese a las denuncias de la oposición, y excluyó a importantes opositores como el expresidente Laurent Gbagbo y el antiguo primer ministro y expresidente del parlamento Guillaume Soro.
Ante esta situación, el expresidente Henri Konan Bedié, cuya candidatura sí ha sido aceptada, ha hecho un llamamiento --al que se ha sumado gran parte de la oposición-- a la desobediencia civil para intentar evitar un tercer mandato de Ouattara.
Muchos marfileños temen que otra polémica electoral pueda conducir a una nueva oleada de violencia como la registrada tras los comicios de 2010, cuando Gbagbo se negó a reconocer la victoria de Ouattara, que remachó una década turbulenta en la que Costa de Marfil tiró por tierra años de avance próspero y estable.