MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
Asia Bibi, una cristiana paquistaní absuelta en 2018 tras ser condenada a muerte ocho años antes por un delito de blasfemia, ha reclamado este lunes asilo político al presidente de Francia, Emmanuel Macron.
"Sí, es mi deseo", ha manifestado Bibi tras ser preguntada sobre esta opción. Durante una entrevista concedida a la emisora francesa RTL. "Tengo el deseo de que el presidente (Macron) escuche mi demanda (de asilo)", ha agregado.
La mujer, quien en la actualidad reside en Canadá, ha expresado su "profunda gratitud" a las autoridades de Ottawa. "Me gustaría igualmente destacar el papel de la Unión Europea tras diez años en los que trabajó día y noche para mi liberación", ha manifestado.
Bibi abandonó Pakistán con destino a Canadá en mayo de 2019 tras ser absuelta por el Tribunal Supremo de Pakistán el 31 de octubre de 2018, tras haber pasado ocho años en el corredor de la muerte. Su absolución provocó protestas de grupos políticos y religiosos.
La mujer fue condenada en 2010 por blasfemia después de que sus vecinos aseguraran que había hecho comentarios denigrantes sobre el islam después de pedirle que no bebiera agua de su vaso por no ser musulmana.
Bibi siempre negó haber blasfemado y sus representantes defendieron que mantenía una disputa con sus vecinos y que quienes la acusaron entraron en contradicciones.
Por contra, el abogado que representa al demandante reiteró que Bibi utilizó palabras "blasfemas" para hacer referencia al profeta Mahoma. "Estas (palabras) son las mismas que los cristianos suelen usar", dijo.
Insultar al profeta Mahoma es punible con la muerte en virtud de la legislación paquistaní y las acusaciones de blasfemia provocan reacciones tan graves en la sociedad que en muchos casos es muy difícil defenderse frente a la reacción. Decenas de personas han sido asesinadas tras acusaciones de blasfemia, en ocasiones por turbas.
De hecho, el partido islamista radical Tehrik-e-Labbaik Pakistan (TLP) convocó protestas y bloqueó las carreteras en las principales calles del país para manifestar su condena a la decisión del Supremo de liberar a Bibi.
El TLP, que tiene en el castigo de la blasfemia uno de sus principales objetivos, advirtió al Supremo de que no debía mostrar "indulgencia" con Bibi. "Si hay un intento de entregarla a otro país, habrá terribles consecuencias", señaló.
El caso de Bibi generó malestar entre los cristianos de todo el mundo y fue una fuente de división en Pakistán, donde dos políticos que mostraron su apoyo a Bibi fueron asesinados, entre ellos el gobernador de Punyab, Salman Tasir, quien murió a manos de su propio guardaespaldas.