MADRID 11 May. (EUROPA PRESS) -
El ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá ha informado en un comunicado que el expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014) se encuentra de viaje hacia Colombia, país que le ha concedido asilo político, y ha dejado las dependencias de la Embajada de Nicaragua en la ciudad de Panamá, donde se encontraba refugiado desde febrero de 2024 al pesar sobre él una orden de captura por blanqueo de capitales.
"El señor presidente de la República de Colombia, su excelencia Gustavo Petro, (...) ha otorgado asilo al ciudadano panameño Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, expresidente de la República de Panamá", reza el comunicado del ministerio panameño.
En este sentido, la nota informa que Martinelli ya ha salido del país gracias a un salvoconducto otorgado por el Gobierno para poder recorrer la distancia entre la Embajada nicaragüense y un "aeropuerto local", un viaje que ha realizado en coche "diplomático".
Panamá ya concedió un salvoconducto a finales del mes de marzo para que el exmandatario pudiera refugiarse en Nicaragua, sin embargo, en ese momento Martinelli acusó las autoridades panameñas de tenderle una "vil trampa", asegurando que las fuerzas de seguridad panameñas habían rodeado el edificio de la Embajada.
Tras el fin del período de gracia otorgado por Panamá, Martinelli continuó en el edificio diplomático ya que cabía la posibilidad de su detención al existir una alerta roja de la Interpol activa sobre su persona, aunque el Gobierno aseguró que "ninguna alerta (...) puede impedir el viaje".
Sobre el expresidente pesa una condena de diez años de cárcel por blanqueo de capitales, pero él asegura que está siendo perseguido por "razones políticas".
"La República de Colombia es un Estado que históricamente ha reconocido con el mayor respeto, cumplimiento y promoción a las instituciones de Derecho Internacional, incluyendo la de asilo en el sistema interamericano", ha mencionado el ministerio de Relaciones Exteriores colombiano.
El que fuera presidente de Panamá entre 2009 y 2014 fue condenado también a pagar una multa de 19,2 millones de dólares (17 millones de euros) y vio frustradas sus aspiraciones de volver a gobernar el país al ser inhabilitado en virtud de la Constitución. Aún tiene otro juicio pendiente por supuestos sobornos de la constructora Odebrecht.