Actualizado 01/07/2012 22:16

Paraguay.- Baltasar Garzón califica de "esperpento" la destitución de Lugo en Paraguay


MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha calificado de "esperpento" la destitución de Fernando Lugo como presidente de Paraguay tras un fugaz juicio político porque se "cuestiona la solidez democrática" de la región, un asunto que, en lo personal, le "preocupa profundamente".

"El hecho de que un mecanismo esté previsto en la Constitución no quiere decir que su uso sea adecuado o jurídicamente correcto", ha explicado Garzón al referirse al juicio político que el Senado paraguayo hizo contra Lugo por la matanza de 17 personas durante enfrentamientos entre policías y campesinos.

En su opinión, "se debería responder políticamente y judicialmente por parte de quienes se han aprovechado de ese mecanismo para acabar con el mandato de alguien que legítimamente lo estaba desempeñando por elección popular".

Garzón ha realizado estas afirmaciones en una entrevista concedida al diario argentino 'Página 12' publicada este domingo, poco después de haber sido nombrado asesor de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Argentina.

Según el jurista español, lo que se tendría que haber hecho en Paraguay "está lejos de aquello que se hizo de forma sorpresiva, con nocturnidad y alevosía", pues considera que las instancias competentes podrían "haber esperado a que los ciudadanos emitan su opinión".

Lo ocurrido en Paraguay "no es bueno para el fortalecimiento democrático en la región", ha advertido Garzón, al recordar la "malísima experiencia" de Honduras y "las consecuencias que trajo el golpe de Estado" de 2009 cuando el entonces presidente, Manuel Zelaya, fue expulsado de su país por un grupo de militares el mismo día que iba a realizar una encuesta que apuntaba a una reforma constitucional.

Después de lo sucedido en Honduras, parecía que la región estaba "estabilizada" y que "los mayores incidentes políticos se estaban resolviendo por las vías democráticas y con participación ciudadana", pero ahora "aparece este esperpento que cuestiona la solidez democrática", ha lamentado Garzón.

La mayoría de los gobiernos de América Latina han calificado de golpe de Estado lo ocurrido a Lugo y se han negado a reconocer al nuevo mandatario, Federico Franco, quien fue durante cuatro años vicepresente del Gobierno del exobispo. También ha solicitado el regreso de sus embajadores en Asunción como medida de protesta.