ASUNCIÓN, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente paraguayo, Fernando Lugo, advirtió este martes de que no abandonará el Gobierno hasta concluir su mandato legítimo que termina en 2013 y, aunque criticó a la oposición en el país de querer crear las condiciones para expulsarlo, descartó que se produzca un golpe de Estado en el país.
"Nada ni nadie nos moverá del palacio de López hasta el 2013 porque así lo decidió el pueblo en las elecciones del 20 de abril" de 2008, explicó el mandatario paraguayo en declaraciones a la prensa nacional.
Asimismo, el ex obispo católico convertido en presidente descartó que el Ejército del país participe en una intentona golpista para sacarlo del poder a pesar de admitir la existencia de "ciertos, pequeños bolsones" en el seno de las Fuerzas Armadas "que puedan ser utilizados por la clase política" en respuesta a sus intereses.
"Somos un gobierno amable, participativo, dispuesto a recibir críticas, pero que no se confunda esto con una actitud de debilidad", reclamó el mandatario paraguayo.
La oposición en Paraguay acusa a Lugo de haberse querido enriquecer con la compra de unos terrenos de forma irregular destinados en un principio a organizaciones sociales, así como de la creciente inseguridad que se vive en el país.
El mandatario paraguayo no descartó la semana pasada que el vicepresidente del país, Federico Franco, del Partido Liberal, tratara de destituirlo.