Mujica propone a sus homólogos regionales un acuerdo con la oposición paraguaya para que Lugo acabe su mandato
ASUNCIÓN, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) han llegado este viernes a Asunción para reunirse con el presidente paraguayo, Fernando Lugo, con el fin de buscar una solución a la crisis política que se ha desatado en el país después de que el Congreso autorizara la celebración de un juicio político en su contra por la matanza de 17 personas en la localidad de Curuguaty.
La delegación de cancilleres está liderada por el secretario general de UNASUR, Alí Rodríguez, y formada por los cancilleres de Brasil, Antonio Patriota; Argentina, Héctor Timerman; Uruguay, Luis Almagro; Venezuela, Nicolás Maduro; Colombia, María Ángela Holguín; Ecuador, Ricardo Patiño; Chile, Alfredo Moreno; y Perú, Rafael Roncagliolo; y la ministra de Desarrollo Rural de Bolivia, Nemesia Achcollo.
Según ha informado el portavoz de la Presidencia de Paraguay, Rubén Penayo, la delegación de UNASUR está reunida con Lugo en Mburuvicha Roga --residencia del jefe de Estado-- para analizar la situación en el país.
Por su parte, el diario uruguayo 'El Observador' ha apuntado que el presidente uruguayo, José Mujica, ha sido el promotor de la intervención de UNASUR y que incluso ha llamado a todos sus homólogos regionales para dar una rápida respuesta a la crisis paraguaya.
De acuerdo con el rotativo, Mujica ha propuesto a sus colegas que UNASUR negocie con los partido políticos de la oposición paraguaya la continuidad de Lugo en el cargo hasta que concluya su mandato, en un plazo de nueve meses.
En el caso de que no lleguen a un acuerdo, UNASUR exigirá a la oposición paraguaya, que domina el Congreso, que, al menos, el juicio político contra Lugo se celebre con todas las garantías procesales.
JUICIO POLÍTICO
Diputados y senadores pretenden determinar la responsabilidad de Lugo en la muerte de once campesinos y seis policías en los enfrentamientos que se produjeron durante el desalojo de la finca Morumbí, propiedad del ex senador del opositor Partido Colorado Blas Riquelme, que fue ocupada hace tres semanas por un centenar de campesinos para protestar por la escasez de tierras agrícolas.
Lugo ha confirmado que se someterá al juicio político pero ha dejado claro que no dimitirá porque considera que "no existe ninguna causa valedera, ni jurídica ni política" que le obligue a separarse del cargo para el que fue electo hace cuatro años.
La Constitución de Paraguay establece en su artículo 225 que el jefe de Estado sólo podrá ser sometido a un juicio político "por mal desempeño de sus funciones, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por delitos comunes".
El último juicio político a un presidente paraguayo tuvo lugar en 1999, cuando Raúl Cubas fue acusado de mal desempeño de sus funciones tras el asesinato del vicepresidente Luis Argaña y la muerte de siete jóvenes manifestantes. Cubas renunció antes de que concluyera el proceso judicial.