El líder de las RSF, 'Hemedti', se autoproclamada jefe del "Consejo Presidencial" con el líder de las milicias Al Hilu como mano derecha
MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), el grupo paramilitar que combate contra el Ejército sudanés desde abril de 2023 en una guerra devastadora, ha culminado este sábado el gobierno paralelo que lleva meses preparando con su presentación formal en la ciudad de Nyala, la capital de Darfur del Sur, cinco meses después de la declaración de su carta fundacional en Nairobi (Kenia), en febrero.
Como cabía esperar, la llamada Alianza Fundadora de Sudán (Tasis) estará dirigida por un Consejo Presidencial encabezado por el líder de los paramilitares, Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti', que tendrá como mano derecha al "vicepresidente" y líder del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte (SPLM-N), Abdel Aziz al Hilu. Mohamed Hasan al Taishi ejercerá como primer ministro de esta autoridad paralela.
A los 15 miembros de este Consejo Presidencial de Soberanía se añade un órgano parlamentario, el "Consejo Legislativo", encabezado por una facción disidente del Partido Nacional Umma, que dirige Fadlalá Burma Nasser, ahora presidente de esta cámara paralela.
"Con motivo de este logro histórico, el Consejo de Liderazgo de la Alianza extiende sus saludos y felicitaciones al pueblo sudanés, que ha soportado las llamas de guerras devastadoras durante décadas.", ha indicado el portavoz de Tasis, Alaa Eldin Awad Naqd, en un comunicado publicado en la cuenta de la alianza en la red X.
El portavoz oficial, asimismo, "renueva el compromiso de Tasis con la construcción de una patria inclusiva y un nuevo Sudán laico, democrático, descentralizado y voluntariamente unificado, fundado en los principios de libertad, justicia e igualdad", remacha el comunicado.
Durante la firma de febrero en Nairobi -- una ceremonia que desató una crisis diplomática entre el Gobierno sudanés y el keniano -- sus firmantes ya habían confirmado su intención de crear un "estado secular, democrático y no centralizado".
El acuerdo estipulaba la creación de un futuro Ejército nacional pero preserva el derecho a existir de "otros grupos armados", en línea con sus críticas constantes a la presencia de extremistas religiosos, supervivientes del antiguo régimen del derrocado dictador Omar Hasán al Bashir, entre las filas del Ejército sudanés.
Ese mismo mes de febrero, Naciones Unidas avisó que la consecuencia directa de este gobierno paralelo sería un incremento de la fragmentación en el país y un agravamiento de un terrible conflicto que ha dejado un número todavía incontable de muertos y millones de desplazados y refugiados.
"Estamos profundamente preocupados por cualquier nueva escalada del conflicto sudanés y cualquier medida como esta, que aumentaría la fragmentación del país y amenazaría con empeorar aún más esta crisis", señaló entonces en una rueda de prensa el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric.