Actualizado 25/04/2018 08:38

La Fiscalía de Perú halla indicios de un posible ajuste de cuentas en el caso del asesinato de una líder indígena

Líder etnia Shipibo-Konibo
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LIMA, 25 Abr. (Reuters/EP) -

La Fiscalía de Perú ha hallado indicios de un posible ajuste de cuentas en el caso de la muerte de la líder indígena Olivia Arévalo, que fue hallada sin vida el 19 de abril y habría sido asesinada por Sebastian Paul Woodroffe, un ciudadano canadiense que falleció posteriormente tras ser linchado por varios hombres.

Arévalo, una sanadora de 81 años y dirigente del pueblo indígena shipibo-conibo en la región de Ucayali, fue hallada muerta el martes con signos de disparos junto a su vivienda, lo que ha levantado la polémica entre los ciudadanos, que han culpado a Woodroffe de su presunto asesinato.

La principal hipótesis de los fiscales es que Woodroffe habría matado a Arévalo en el marco de un ajuste de cuentas dado que el hijo de ésta le debía unos 14.000 soles (cerca de 4.000 euros), según ha explicado el fiscal Ricardo Jiménez.

Las autoridades han encontrado un documento que refleja que Woodroffe compró un arma el 3 de abril a un agente de la Policía que está siendo ahora interrogado en el marco de la investigación abierta por los fiscales.

Un testigo ha señalado, además, que el arma se cayó de una mochila que el canadiense llevaba consigo cuando varios residentes de la comunidad lo agarraron para lincharlo por haber matado presuntamente a Arévalo.

"Queremos ver si esa arma realmente existió. No la hemos encontrado aún pero seguimos buscando", ha aseverado Jiménez. "Con las nuevas pruebas que hemos encontrado, él es el principal sospechoso", ha añadido.

Yarrow Willard, amigo de Woodroffe, ha asegurado que el canadiense no era violento y que nunca antes había utilizado un arma. "Era un padre cariñoso y un hombre amable que no era capaz de cometer los crímenes de los que se le acusa", ha explicado.

Este mismo lunes, un juez peruano ordenó la detención de dos hombres acusados de linchar y asesinar a Woodroffe. El cadáver del canadiense fue hallado el sábado con signos de ahorcamiento después de que el viernes se difundiera en redes sociales un vídeo de su linchamiento. En las imágenes se ve a Woodroffe siendo arrastrado con una cuerda atada al cuello pese a la presencia de menores de edad.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá ha indicado que se encuentra en contacto con las autoridades peruanas. "Estamos al tanto de lo sucedido y buscamos más información", ha aseverado el Ministerio en un comunicado.