PERÚ, 10 Oct (EUROPA PRESS)
En una transición política significativa, José Jerí asumió la presidencia de Perú después de que el Congreso destituiera a Dina Boluarte, marcando así otro cambio en la alta dirección del país andino que ha visto ocupar el cargo a ocho presidentes en la última década. La incapacidad de Boluarte para manejar la creciente inseguridad y violencia fue el motivo detrás de su destitución.
Jerí, anteriormente presidente del Congreso de Perú y ahora convertido en el mandatario nacional hasta las próximas elecciones generales dentro de seis meses, juró "ejercer fielmente el cargo de presidente de la República" conforme a la Constitución Política de Perú. En su juramentación, enfatizó su compromiso por defender la soberanía nacional, la integridad de Perú y la independencia de sus instituciones.
El político, también vicepresidente del partido Somos Perú, expresó su determinación para enfrentar la crisis actual y el aumento de delincuencia, anunciando una "guerra contra las organizaciones criminales". Esto requerirá un compromiso conjunto de todas las instituciones estatales, según subrayó.
La destitución de Boluarte, provocada en parte por un ataque durante un evento musical, destaca la continuada inestabilidad política que enfrenta Perú, un país que ya ha tenido ocho presidentes en los últimos diez años, muchos de los cuales han sido envueltos en escándalos de corrupción tras dejar el cargo.
La secuencia de presidentes incluye a Ollanta Humala, con un mandato desde 2011 hasta 2016, seguido por Pedro Pablo Kuczynski, quien renunció bajo amenaza de censura por corrupción en 2018, y Martín Vizcarra, cesado en 2020. Manuel Merino ocupó brevemente el poder por cinco días antes de dimitir debido a protestas masivas, y Francisco Sagasti tomó las riendas hasta las elecciones de 2021, cuando Pedro Castillo asumió la presidencia hasta su tumultuosa salida, precediendo a Boluarte.
Esta serie de cambios abre un nuevo capítulo con Jerí al frente, quien se enfrenta al desafío de gobernar un país profundamente afectado por crisis políticas, sociales y de seguridad, con la mira en preparar a Perú para un futuro más estable a través de las próximas elecciones generales.