Actualizado 07/09/2007 09:27

Perú.- Médicos sin Fronteras advierte de que las ONGs se están marchando de Perú y que la población aún las necesita

PISCO (PERÚ), 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Médicos sin Fronteras advirtió el jueves de que "los efectos del terremoto" que sacudió el suroeste de Perú el mes pasado "continúan haciendo un daño enorme en la salud de los peruanos afectados" y, por ello, alertó sobre "los riesgos que implica la marcha constante de las organizaciones de ayuda".

Luis Encinas, coordinador del equipo de intervención de MSF en el terremoto, consideró en un comunicado "muy peligroso" que pueda extenderse "una idea falsa de que ya no hay nada que hacer" en la zona afectada, ya que "los daños en la salud de las personas y en las infraestructuras son muy graves como para que se olvide tan rápido a las víctimas del terremoto".

La organización ha intensificado sus labores de atención médica, psicológica y de agua y saneamiento para paliar los peores efectos del seísmo, como el alto índice de enfermedades respiratorias, diarreas y traumas psicológicos.

Una de las afecciones más urgentes y complicadas de tratar inmediatamente después de una catástrofe son, según MSF, las que tienen que ver con la salud mental. Hasta el momento, ha sido la única organización que se ha encargado de este tipo de atención, habiendo tratado a unas 2.200 personas.

De las 1.000 personas heridas que fueron referidas a los hospitales de Lima en las últimas semanas, unos 600 procedían de Pisco. MSF explica en su comunicado que muchos serán dados de alta rápidamente y necesitarán atención post-operatoria y rehabilitación fisioterapéutica. Además, en esta ciudad la situación de higiene continúa siendo preocupante, habiendo sólo una letrina por cada 147 habitantes.

En la localidad de Guadalupe, desde donde MSF alertó la semana pasada sobre la falta total de ayuda que unas 10.000 personas de esta población habían sufrido, el equipo formado por un médico y una enfermera han realizado entre 20 y 30 visitas familiares cada día, y han encontrado un buen número de personas aún con heridas y fracturas sin haber recibido atención previa, a pesar de que ya habían transcurridos más de 15 días después del terremoto.