PERÚ, 17 Oct (EUROPA PRESS)
El gobierno peruano, liderado por el primer ministro Ernesto Álvarez, se dispone a imponer el estado de emergencia en la provincia de Lima, esto tras las recientes manifestaciones que concluyeron con 120 lesionados, tanto civiles como oficiales, y la trágica muerte de un protestante a manos de la policía. Durante una conferencia de prensa, cuyos detalles fueron recogidos por la emisora RPP, Álvarez comunicó que esta medida busca implementar "un paquete completo de medidas concretas" con el fin de hacer frente a la situación, las cuales se anunciarán prontamente.
Álvarez también mencionó que no se descarta la posibilidad de establecer un toque de queda, lo cual dependerá de su evaluación de eficacia, dada la preocupación por la criminalidad que ya no se limita solo a la noche. Este conjunto de medidas se está preparando bajo la instrucción del presidente José Jerí, quien solicitó su rápida formulación y aprobación para poder declarar oficialmente la emergencia en Lima.
La imposición del estado de emergencia significa la suspensión temporal de ciertos derechos fundamentales, como la libertad y seguridad personales, la inviolabilidad del hogar, así como las libertades de reunión y movimiento dentro del territorio.
Esta medida se anuncia luego de una serie de disturbios en la capital peruana, motivados por el descontento popular hacia el gobierno y el congreso, acentuado por casos de corrupción e inseguridad. Además, se confirmó la participación de dos policías en el fallecimiento de un manifestante por disparos, lo que agudiza la crisis actual.