LIMA, 3 May. (EUROPA PRESS) -
El jefe de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) de Perú, Edwin Palomino Vega, reconoció este lunes que se han producido fallos en la lucha contra el grupo paramilitar Sendero Luminoso por la falta de práctica de los equipos de seguridad en los operativos en la selva.
"Nuestra debilidad no es la información de inteligencia, sino las operaciones tácticas, siempre llegamos diez minutos tarde, cuando ellos ya se han ido", dijo Palomino en declaraciones al diario 'Perú 21'.
En este sentido, el jefe de la Dircote indicó que los agentes destacados en estos operativos todavía no tienen la preparación suficiente para desenvolverse en la selva con la misma soltura que los paramilitares, lo que supone una gran desventaja.
"Sendero Luminoso conoce mejor el monte que nosotros y, eso, tengo que reconocerlo. Tienen vigías en la selva y nosotros no los vemos, pero ellos sí nos ven a nosotros", señaló.
Estas declaraciones se producen días después de que la Fuerza Pública protagonizara varios enfrentamientos con Sendero Luminoso dejando un saldo total de seis muertos, cuatro de ellos agentes de seguridad, en tan solo una semana.
Un soldado del Ejército y dos miembros del grupo armado murieron el pasado jueves en un enfrentamiento ocurrido en la región andina de Ayacucho, en el sur del país. Entre los paramilitares fallecidos figura un hermano del líder camarada 'José', uno de los principales milicianos que operan en la zona del VRAE, al sureste de Lima.
Además, el martes, miembros del grupo armado tendieron una emboscada a una patrulla de las fuerzas de seguridad que se encargaba de erradicar los cultivos ilegales de hoja de coca en Huánuco, en el norte de Ayacucho, y provocaron la muerte de un agente y dos civiles.
La ofensiva contra la guerrilla emprendida por el presidente peruano, Álan García, ha dejado en un año un saldo de 50 militares y policías muertos, tanto en enfrentamientos directos como en ataques rebeldes. Durante las dos décadas de la lucha contra Sendero Luminoso murieron o desaparecieron unas 69.000 personas, según cifras oficiales.