PERÚ, 17 Oct (EUROPA PRESS)
En recientes acontecimientos en Perú, tres altos funcionarios de la policía peruana, incluido el jefe de la Región Policial de Lima, Felipe Monroy, fueron suspendidos de sus cargos. Esta medida se tomó en respuesta a la muerte de un manifestante durante las protestas en contra del Gobierno en Lima, que también resultaron en cientos de heridos. El comandante general de la Policía Nacional de Perú, Óscar Arriola, anunció la suspensión de Monroy, junto con el director de Investigación Criminal, Marco Conde Cuéllar, y el jefe de la Dirección de Inteligencia, Augusto Ríos Tirabanti.
Esta decisión se produjo un día después de que Arriola admitió que un agente fue el responsable de los disparos mortales hacia un manifestante. Los funcionarios quedarán apartados de sus roles hasta que finalice el proceso de investigación en curso. El memorando que detalla estas suspensiones fue dado a conocer por la emisora RPP.
Paralelamente, la oposición ha hecho frente a esta situación convulsa con una nueva moción de censura en contra del presidente José Jerí, el primer ministro Ernesto Álvarez Miranda, y el ministro del Interior, Vicente Tiburcio. Esta moción, la segunda intentada contra Jerí, alega violaciones a derechos fundamentales como la vida, la integridad física y el derecho a la protesta, así como la obligación del Estado de garantizar los Derechos Humanos.
La crisis política y social en Perú se tensa con estos eventos, apenas una semana después de la controvertida destitución de Dina Boluarte y la asunción de José Jerí como presidente, enfrentándose a su primera gran prueba de gobernabilidad con estas manifestaciones.