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LIMA, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Perú, César Villanueva, ha adelantado que habrá más cambios en el Gobierno, "si el caso lo requiere", explicando que, debido a su reciente llegada al cargo, aún no ha tenido tiempo de evaluar a sus compañeros de Gabinete.
En una entrevista concedida a la cadena RPP, el nuevo jefe de Gobierno ha considerado que "habría sido una irresponsabilidad hacer cambios bruscos" en el Ejecutivo porque "no se trata solamente de un cambio de nombres".
"He conversado con el presidente (Ollanta) Humala de estos temas, y yo fui quién le pidió que me diera un tiempo para ver el tema de los ministerios. Aún no he tenido tiempo de evaluar", ha explicado.
No obstante, se ha mostrado consciente de la "ilusión" y "ansiedad" que despierta un cambio de Gobierno en la opinión pública y, sobre todo, en los medios de comunicación. "Si hubiera querido ser espectacular (lo hubiera hecho)", ha apuntado.
Villanueva no ha descartado que el Ejecutivo cambie más adelante. "Si el caso lo requiere, lo hará con toda seguridad, pero progresivamente", ha indicado, al tiempo que ha aclarado que "tampoco habrá cambios radicales".
Interrogado, en concreto, sobre la continuidad del ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, con cuya salida del Gobierno se ha especulado en los últimos tiempos, se ha limitado a decir que "está haciendo una 'performance' extraordinaria".
De esta forma, ha salido al paso de las numerosas críticas procedentes de la oposición por mantener casi íntegramente el Gobierno del anterior primer ministro, Juan Jiménez. Solo ha cambiado al ministro de Educación, Patricia Salas, que ha sido sustituido por Jaime Saavedra.
El 'premier' también ha contestado a quienes han alertado de que podría desplazar a Humala. "El liderazgo lo tiene y lo tendrá el presidente, para eso lo hemos elegido. Los que estamos invitados a cooperar con él somos una suerte de colaboradores", ha sostenido.
NUEVO LÍDER
Villanueva ha llegado al cargo de forma sorpresiva, después de que Jiménez dimitiera a causa de unas polémicas declaraciones en las que sostuvo que la percepción del aumento de la inseguridad ciudadana se debe a la "histeria de la población".
El nuevo jefe de Gobierno, que hasta ahora era presidente regional de San Martín, es visto como un político con gran habilidad para resolver conflictos sociales, uno de los mayores desafíos que tiene actualmente el Ejecutivo.
Aunque tras su toma de posesión no ha hecho muchas declaraciones, en los últimos días ha adelantado que "la inseguridad será una preocupación permanente" porque "no hay posibilidad de crecer con la confianza que se requiere sin tener seguridad".
También ha apuntado como objetivo acabar con las "turbulencias políticas". "Tenemos algunos problemas por enfrentar. Este manejo poco correcto de ciertas divergencias traducidas en puyas y frases disonantes", ha indicado.