Actualizado 16/01/2010 12:29

Piñera y Frei se baten este domingo en unos comicios históricos para Chile

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   SANTIAGO, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El candidato de Coalición por el Cambio y ganador de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 13 de diciembre, Sebastián Piñera, y el candidato de la gobernante Concertación, Eduardo Frei, se batirán este domingo en un duelo electoral histórico en Chile, en el que por primera vez desde que el país recuperó la democracia en 1990 podría volver la derecha al poder.

   Aunque el último sondeo de opinión publicado antes de la cita electoral, elaborado por la consultora Mori, augura un empate técnico entre ambos candidatos al atribuir al conservador de 60 años el 50,9 por ciento y el 49,1 para el candidato de izquierdas de 67 años, todas las encuestas anteriores daban una clara ventaja al candidato empresario.

   Además, aunque analistas coinciden en que la segunda vuelta electoral del próximo domingo constituye la oportunidad más clara para que la derecha recupere el poder, por primera vez, en 20 años, se espera que los votantes del tercer candidato más votado en la primera vuelta de noviembre, el ex socialista convertido en independiente Marco Enríquez Ominami, vayan para Frei, después de que éste pidiera el voto para el socialista, aunque sin nombrarle.

   Esto queda patente en los resultados de la escuesta de Mori, de acuerdo con la cual el 44 por ciento de quienes respaldaron a Enríquez-Ominami en primera vuelta, votarán por el candidato de izquierda, el 20 por ciento de los encuestados se decantará por Piñera, el 21 por ciento dijo que votaría en blanco y un 15 por ciento se mantiene indeciso.

   A pesar de este respaldo, Piñera, ganador de la primera vuelta electoral celebrada el pasado 13 de diciembre con 44,05 por ciento de los votos frente al 29,6 por ciento del candidato oficialista, podría desbancar por primera vez en 20 años a la izquierda del poder que lleva gobernando a través de la Concertación, coalición formada por democristianos y socialistas.

   Y eso a pesar de que la presidenta saliente, Michelle Bachelet, primera mujer que gobierna el país, saldrá del Palacio de La Moneda con un índice de popularidad en torno al 80 por ciento. La mandataria, que no ha dejado de apoyar públicamente a Frei, pide el voto para la izquierda porque "no da lo mismo quien gobierne" en Chile.

   "Yo siempre he dicho que no da lo mismo quien gobierne y lo he dicho porque creo que no da lo mismo quien gobierne para asegurar protección social, para que haya una educación pública de calidad y para que se pueda defender a los ciudadanos contra los abusos", explicó la mandataria el pasado martes, un día después del debate cara a cara televisado que mantuvieron los contrincantes electorales.

   De hecho, Bachelet, cuyo sucesor asumirá el poder el próximo 11 de marzo de 2010 hasta 2014, insistió de nuevo el jueves en que apoyará a Frei por tratarse de una persona "honesta" porque "separó los negocios" de la política cuando presidió el país en 1994. "Tenía una gran cantidad de negocios y separó los negocios, resolvió ese tema en su momento y no después de ser electo", lanzó Bachelet, en una velada crítica a Piñera que esperará a ver si gana para deshacerse por causa mayor de sus acciones, incluidas las de la aerolínea LAN.

    Piñera no dudó en calificar este viernes de "majadería" las críticas que se le han hecho por no abandonar sus negocios privados antes de que se conozca el resultado de las votaciones. "Mucho más importante que separar los negocios de la política, es separar los negociados de la política, y hemos visto demasiado negociados", señaló.

CONTRASTE DE PROGRAMAS

   Mientras que ambos candidatos se han mostrado abiertos en campaña a una reforma fiscal para garantizarle los suficientes ingresos al Estado, Piñera apuesta más por centrar su política económica en favorecer al sector privado y rebajar impuestos a las PYMES, mientras que Frei ha prometido dar continuidad a las políticas de Bachelet,  al papel del Estado y propone subir las regalías a sectores como la minería, uno de los principales en el país.

   Además, ante la importancia de empezar a crear empleo para apuntalar el empleo, ambos candidatos se han lanzado a prometer la creación de más puestos que el contrincante. Piñera se ha comprometido a impulsar incentivos empresariales para crear, en cuatro años, un millón de impuestos, mientras que Frei cifra en entre 700.000 y 800.000 los nuevos empleos.

   Entre otras promesas electorales de Piñera destacan su compromiso con renovar la gestión de las grandes empresas estatales como Codelco y la petrolera ENAP, descentralizar el Estado o desplegar 10.000 nuevos policías en las calles para combatir la delincuencia.

PIÑERA SE DISTANCIA DE 'PINOCHETISTAS'

   En un intento por distanciarse de la derecha que apoyó a Pinochet, Piñera ha prometido Piñera prometió que, si gana los comicios, no incorporará a ningún ex miembro del Gobierno de Pinochet en su Ejecutivo. "Vamos a convocar a una nueva generación de chilenos, no va a haber ningún ministro del gobierno militar en nuestro gabinete", insistió durante el careo televisivo.

   Piñera también ha reiteró en campaña su compromiso de esclarecer el asesinato del ex presidente y padre del actual candidato de izquierda Eduardo Frei Montalva por supuesto envenenamiento en 1982, en el que se sospecha que estuvo implicado el Gobierno de Pinochet.

   El candidato conservador ha criticado por su parte a Frei por su respaldo al proyecto de ley conocida como Ley Otero de 1995 que beneficiaba a quienes hubieran cometido violaciones de los Derechos Humanos durante la dictadura si colaboraban con la Justicia y que fue rechazado por el Partido Socialista.

   "No me arrepiento porque cualquier persona que lea el proyecto básicamente contenía dos puntos: el nombramiento de ministros especiales y los cuadernos reservados", insistió Frei. Nunca hubo ley de punto final", apostilló por su parte Frei, en el debate televisado del lunes.

   Frei ha prometido extender los programas sociales del actual Gobierno a la clase media y reformar el sector laboral para impulsar una mayor negociación colectiva y protección de los derechos laborales y mantener la propiedad estatal de Codelco.

   El único punto en el que ambos candidatos han coincidido es en introducir derechos legales para las parejas de hecho y las del mismo sexo, aunque Piñera deja claro que es contrario al matrimonio entre homosexuales.