Actualizado 11/12/2006 02:51

Pinochet.- Human Rights Watch dijo que Pinochet fue "pionero en el uso de las desapariciones" como arma de represión


SANTIAGO, 11 Dic. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -

La organización Human Right Watch (HRW) dijo hoy que el ex dictador chileno Augusto Pinochet fue un pionero en el uso de las "desapariciones" como arma de represión en Sudamérica.

Tras el fallecimiento del anciano militar de 91 años, muerto estedomingo tras un fallo cardíaco masivo, la organización que defiendelos derechos humanos comentó que su arresto en Londres en 1998impulsó el uso de tribunales nacionales para juzgar a líderesextranjeros por abusos cometidos en sus propios países.

En un comunicado firmado por el chileno José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la División de las Américas de HRW, el organismo indicó que "el arresto en Londres fue el principio del fin para Pinochet y el inicio de un esfuerzo para llevar ante la justicia a los violadores de derechos humanos más poderosos del mundo".

"Pinochet pasó sus últimos años luchando contra una maraña cada vez más compleja de juicios en Chile y murió dejando la imagen de unafigura profundamente desacreditada en la tierra que una vez gobernó",dijo el texto dado a conocer en la web del organismo.

"Pinochet, quien alguna vez se consideró intocable por la ley gracias a una amnistía dictada por su propio gobierno, fue arrestado en Gran Bretaña luego que España solicitó su extradición acusándolo de haber cometido flagrantes violaciones de derechos humanos en Chile. Aunque el gobierno británico finalmente se aseguró que Pinochet regresara a Chile en lugar de enviarlo a España, su arresto ayudó a promover los esfuerzos en Chile para enjuiciar las atrocidades cometidas mientras él se encontraba en el poder", dice el comunicado.

Agrega el texto que "la detención de Pinochet también animó a lasvictimas de otros violadores de derechos humanos a quienes se lesnegaba justicia en sus propios países a llevar sus casos antetribunales de otros países, bajo el principio que algunos delitos sontan terribles que pueden ser juzgados por tribunales extranjerosincluso si estos países no tienen conexión directa con los delitos".

Al analizar la situación judicial de Pinochet, HRW dijo que el exdictador "nunca admitió los crímenes cometidos durante su gobierno.

En una declaración leída en su cumpleaños número 91 se quejó de quelos oficiales militares ahora acusados o condenados por abusos fueronvíctimas de revancha y persecución. Aunque aceptó la responsabilidadpolítica, nunca defendió a sus oficiales en los tribunales al admitirque, en su condición de comandante, él dio las órdenes para que seejecutaran los delitos".

"El legado más grande de Pinochet puede ser el llamado de advertencia para los dictadores en todas partes. Su caso le mostró al mundo que incluso los violadores de derechos humanos más poderosos pueden ser obligados a enfrentar a la justicia", señaló Human Rights Watch.