MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
El fiscal nacional de Polonia, Dariusz Barski, ha asegurado este martes que a pesar de haber sido cesado por el Gobierno la decisión carece de efectividad alguna dado que cuenta con el apoyo del presidente del país, Andrzej Duda, que manifestó el lunes que su salida del cargo no era legal.
"Nadie me ha retirado de forma efectiva de mi puesto", ha aseverado antes de añadir que el presidente Duda le ha informado de que "no ha dado su consentimiento para que esta decisión salga adelante de acuerdo con la regulación actual", que establece que este tipo de medidas son tomadas por el Gobierno previa consulta con el jefe de Estado.
Barski ocupa el cargo de fiscal nacional, el segundo más importante del país por detrás del fiscal general, desde 2022. Sin embargo, el ministro de Justicia, Adam Bodnar, le entregó el viernes una carta en la que le notificaba su cese como fiscal nacional por considerar que su nombramiento se produjo en una clara "violación de la regulación y carece de efectos legales", por lo que no puede desempeñar sus funciones.
"Durante mi encuentro con Duda, este me informó de que no ha dado su consentimiento (...) y ha recalcado que poner en duda la efectividad del nombramiento amenaza el trabajo de la Fiscalía hasta límites difíciles de imaginar", ha dicho, según ha recogido el diario polaco 'Rzeczpospolita'.
El presidente polaco ha agudizado así su pulso con el Gobierno tras rechazar el cese de Barski, una polémica decisión que dificulta los intentos del nuevo primer ministro, Donald Tusk, de sacar adelante su reforma del poder judicial.
Esto supone un recrudecimiento de la tensión a nivel interno en relación con el Estado de Derecho en Polonia, donde el Gobierno de Tusk, proeuropeo, busca desmantelar los ocho años de gobierno nacionalista del PiS.