Publicado 14/06/2021 16:16

Portugal.- Costa califica de "trámite administrativo" el envío de datos de opositores rusos por parte de Lisboa

Archivo - El primer ministro de Portugal, António Costa
Archivo - El primer ministro de Portugal, António Costa - PEDRO FIUZA / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo

MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Portugal, António Costa, se ha referido por primera vez al caso de los tres opositores rusos que organizaron una protesta frente a la Embajada de Rusia en Lisboa y cuyos datos fueron remitidos a las autoridades de ese país, asegurando que se trata de un mero "trámite administrativo".

A su llegada a Bruselas para participar en la última cumbre de la OTAN, Costa ha preferido restar importancia a aquel "incidente" y ha recalcado que entre los socios internaciones "nadie tiene dudas sobre el papel de Portugal en relación a Rusia", cuenta el periódico portugués 'Público'.

Hace unos días, el semanal 'Expresso' reveló que el Ayuntamiento de Lisboa facilitó a la delegación diplomática rusa y al Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país los datos personales de los tres organizadores de una manifestación contra el presidente, Vladimir Putin, y en apoyo al opositor Alexei Navalni.

Costa ha recordado que "en plena Guerra Fría" y ni con Portugal inmersa en los procesos revolucionarios que sacarían al país de la dictadura ninguno de los socios de la OTAN ha tenido dudas acerca de la postura portuguesa con respecto a Rusia y ha remachado que "saben siempre de qué lado estamos".

El caso ha provocado una pequeña crisis en el Gobierno de Lisboa, cuyo alcalde, el socialista Fernando Medina, ha reconocido que este tipo de prácticas se han repetido en varias ocasiones desde 2011, cuando se puso fin a la figura de los gobernadores civiles, y ha ordenado una auditoria interna, además de prohibir compartir las datos de quienes organicen manifestaciones, salvo con la Policía.

Este lunes está teniendo lugar en Bruselas una nueva cumbre de la OTAN, en la que se está poniendo sobre la mesa un nuevo enfoque de las relaciones con Rusia y los "desafíos" que habría estado lanzando en los últimos años a los socios de la Alianza Atlántica.