Publicado 12/04/2019 15:22

La posición del Vaticano en las negociaciones entre el Gobierno de Ortega y la oposición

La posición del Vaticano en las negociaciones entre el Gobierno de Ortega y la oposición
PIXABAY - Archivo

   MANAGUA, 12 Abr. (Notimérica) -

   Un año después de que Nicaragua viviera el estallido de una serie de protestas históricas en Managua impulsadas por la comunidad estudiantil, la crisis de gobernabilidad continúa agravándose. Los intentos por parte de la Conferencia Episcopal de Nicaragua de conciliar un diálogo con la oposición han resultado fallidos y ahora el retorno al Vaticano del obispo de Managua, Silvio Báez, va a significar un punto importante por ser una de las principales voces de la oposición.

   Durante los últimos meses, el Gobierno de Ortega ha anunciado el inicio de la "tercera fase" de la revolución popular sandinista. En esta línea, el mandatario nicaragüense, izquierdista y católico, ha cortado sus lazos con el clero en un país donde la Iglesia Católica ha frecuentado la política en diversas materias.

   Báez, posicionado en contra de Ortega, es uno de los religiosos más criticados por los sandinistas debido a su esfuerzo en acelerar un proceso de negociaciones entre el Gobierno y la oposición para poner fin a la crisis en pro de una regeneración de la vida política.

   Siendo uno de los pilares que han impulsado la rebelión popular en las calles de Managua, el adiós al obispo ha aliviado al Gobierno nicaragüense. Sin embargo, el sorprendente llamamiento del Papa Francisco en este momento de fuerte tensión diplomática ha desalentado a la oposición. Respecto a su salida, el obispo ha asegurado que ha sido una decisión del Papa. "He sido llamado por el Santo Padre. Esta decisión de que yo abandone Nicaragua es una responsabilidad del Santo Padre", ha afirmado.

   Si bien a lo largo de la historia la Iglesia ha actuado de mediadora política, en esta ocasión, desde el Vaticano se ha coadyuvado a través de Alianza Cívica en la liberación de los detenidos en el marco de las protestas, pese a que su intervención no ha reactivado las negociaciones con el régimen.

   Por el momento, se desconoce la posición que va a tomar a partir de ahora el Vaticano dentro de las citadas negociaciones ante la incertidumbre que supone de la salida de Báez, quien no se ha pronunciado sobre si se trata de una medida de protección ni tampoco ha manifestado si su lucha va a continuar desde Europa.