Publicado 13/07/2021 11:17

El presidente de Irak achaca a la "corrupción" y "la mala gestión" el incendio que causó 70 muertos en un hospital

Archivo - El presidente de Irak, Barham Salí
Archivo - El presidente de Irak, Barham Salí - -/Iraqi Presidency/dpa - Archivo

MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Irak, Barham Salí, ha achacado este martes a la "corrupción" y la "mala gestión" el incendio registrado en un hospital de la ciudad de Nasiriya, situada en la provincia de Di Car, que se ha saldado con al menos 70 muertos, según el balance preliminar.

"La tragedia causada por el incendio en el Hospital Al Hussein en Di Car es producto de la corrupción persistente y la mala gestión, que minusvaloran las vidas de los iraquíes y evitan una reforma de las instituciones", ha manifestado a través de su cuenta en la red social Twitter.

Asimismo, ha recalcado "la necesidad de una investigación y de que los negligentes rindan cuentas" para "dar consuelo a los mártires y sus familias", al tiempo que ha apostado por "una revisión de la actuación de las instituciones en lo relativo a la protección de los ciudadanos".

Horas antes, el primer ministro de Irak, Mostafá al Kazemi, había anunciado el inicio de una investigación en torno a las causas del suceso, así como la declaración de duelo oficial en el país.

Por su parte, el gobernador de Di Car, Ahmed al Jafaji, ha hecho un llamamiento a la calma y la contención mientras las autoridades investigan lo sucedido, tal y como ha recogido la agencia iraquí de noticias NINA.

En este contexto, el comité de investigación creado por las autoridades se ha reunido con varios notables provinciales y jeques de clanes de Di Car, según la agencia oficial iraquí de noticias, INA.

El Departamento de Sanidad de Di Car ha resaltado este mismo martes que la cifra de muertos ha ascendido a 70, tras informar el lunes de 58 fallecidos, al tiempo que ha agregado que decenas de personas han resultado heridas.

En abril, Irak sufrió otro incendio en el Hospital Ibn Jatib de Bagdad que dejó un balance de 130 y cuya causa se relacionó con la explosión de una bombona de oxígeno en una de las unidades de cuidados intensivos del hospital, en el que estaban ingresados decenas de pacientes de coronavirus.

Este incendio llevó a que cientos de manifestantes protestaran para reclamar el cese del ministro de Sanidad, Hasán al Tamimi, que finalmente fue suspendido en sus funciones. El primer ministro aseguró que el Gobierno trabajaba para identificar y "hacer rendir cuentas" a los responsables del incidente.