Publicado 12/07/2021 12:14

El presidente de Sudáfrica denuncia una "movilización étnica" en las protestas de seguidores del exmandatario Jacob Zuma

Archivo - El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa
Archivo - El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa - Kay Nietfeld/dpa - Archivo

MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha criticado que las recientes protestas a favor del exmandatario Jacob Zuma, condenado a 15 meses de cárcel por desacato, están fundamentadas "en la movilización étnica" y ha denunciado la destrucción de propiedades e infraestructuras en el marco de las movilizaciones.

"Es motivo de preocupación para todos los sudafricanos que algunos de estos actos de violencia estén fundamentados en la movilización étnica. Deben ser condenados por todos los sudafricanos, a toda costa, dado que somos una nación comprometida con evitar la racialización y el tribalismo, fijada en la diversidad y la unidad de todo el mundo en Sudáfrica, independientemente de su lenguaje, cultura, creencia religiosa y raza", ha sostenido.

Así, Ramaphosa ha alertado contra las "esporádicas pero cada vez más violentas protestas" y ha agregado que "infraestructura clave, como carreteras nacionales, se ha visto afectada, ralentizando el transporte de bienes y servicios", al tiempo que ha lamentado que "la gente haya sido intimidada y amenazada, y en ocasiones haya resultado herida".

"Estos actos están poniendo en peligro vidas y están dañando nuestros esfuerzos para reconstruir la economía", ha manifestado el mandatario, quien ha resaltado que la Constitución "garantiza a todos el derecho de expresarse y participar en protestas pacíficas", si bien ha recalcado que "los implicados en actos de violencia serán arrestados y juzgados".

"Si bien hay gente que pudiera estar dolida y enfadada en estos momentos, no puede haber justificación a estas acciones violentas y destructivas", ha dicho Ramaphosa. "Nuestro compromiso con nuestra Constitución democrática se basa en el principio fundamental de que todo el mundo es igual ante la ley", ha argüido.

Por último, ha criticado los "intentos de generar confusión compartiendo imágenes y vídeos falsos, a menudo de sucesos que pasaron hace muchos años" y ha pedido a la población "pensar detenidamente antes de compartir algo en redes sociales o cualquier otro lugar que pueda no ser exacto o haber sido verificado".

Las protestas del fin de semana se saldaron con al menos un muerto y 60 detenidos, tras una serie de movilizaciones organizadas por partidarios de Zuma en las principales carreteras del estado costero de KwaZulu-Natal, en el este del país, para exigir la liberación inmediata del antiguo mandatario.

El Tribunal Constitucional de Sudáfrica condenó a Zuma a 15 meses de cárcel por negarse a testificar ante un panel de jueces que está investigando los presuntos casos de corrupción en los que estuvo implicado durante sus nueve años de mandato al frente del país.

Zuma se convirtió así en el primer presidente elegido democráticamente en Sudáfrica que es condenado a prisión desde que el Congreso Nacional Africano (ANC) --partido que encabezó entre 2007 y 2017, cuando fue apartado en un consejo interno por su vicepresidente, Ramaphosa-- se hizo con el poder en 1994.

El exmandatario hace frente además a un juicio por supuesta corrupción por cerca de 800 pagos que supuestamente recibió en conexión con una compra de armamento a la empresa francesa Thales para modernizar el aparato de defensa del país a finales de los noventa.

La caída de Zuma tuvo lugar en medio de la indignación popular por el peso de la familia Gupta, de origen indio, en la economía y la política del país africano, acusaciones que fueron recogidas en un informe de la ex Defensora Pública sudafricana --figura equivalente al Defensor del Pueblo-- Thuli Madonsela titulado 'La captura del Estado'.