Publicado 04/10/2021 13:58

El primer ministro de Camerún realizará mañana una visita a Bamenda para abordar el conflicto en las regiones anglófonas

Archivo - El primer ministro de Camerún, Joseph Dion Ngute
Archivo - El primer ministro de Camerún, Joseph Dion Ngute - KEPSEU / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo

MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Camerún, Joseph Dion Ngute, realizará a partir de este martes una visita oficial a la ciudad de Bamenda, capital de una de las dos provincias de mayoría anglófona en el país, para intentar impulsar un proceso de paz que ponga fin al conflicto desatado en la zona en 2017.

Según las informaciones recogidas por el portal de noticias 'Journal du Cameroun', el primer ministro viajará el martes a Bamenda, capital de la Región Noroeste, donde participará en una serie de reuniones con altos cargos y abordará las recomendaciones del Diálogo Nacional sobre el conflicto.

Asimismo, durante la jornada del jueves estará presente en reuniones con delegaciones de las regiones Noroeste y Suroeste y con representantes de varios sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, cerca de dos semanas después de una visita similar a la Región Noroeste para tratar el conflicto.

Durante los últimos meses se han registrado decenas de ataques achacados a separatistas en esta zona del país, lo que ha llevado al Gobierno a acusarles de mantener "lazos" con "grupos integristas externos", entre ellos el grupo yihadista Boko Haram.

Las regiones anglófonas de Camerún --Noroeste y Suroeste-- se han visto sacudidas por el conflicto a raíz de la represión de los movimientos separatistas tras la autoproclamación de la independencia de Ambazonia el 1 de octubre de 2017.

El año anterior, esta zona --otrora parte de las colonias británicas en África pero que decidieron unirse al Camerún francés-- fue escenario de protestas pacíficas para reclamar una mayor autonomía o la independencia argumentando una discriminación por parte de las autoridades centrales, también en temas de idioma.

Desde entonces, los grupos armados han proliferado y el apoyo a los separatistas, hasta entonces bastante marginal, se ha visto acrecentado. El Gobierno ha respondido mediante una dura represión, durante la que las organizaciones de Derechos Humanos han acusado a las fuerzas de seguridad de cometer atrocidades.