Publicado 10/10/2021 13:18

El primer ministro de Irak alienta al voto en medio de una jornada electoral sin incidentes hasta el momento

Archivo - El primer ministro de Irak, Mostafá al Kazemi
Archivo - El primer ministro de Irak, Mostafá al Kazemi - Stefanie Loos/AFP Pool /dpa - Archivo

MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Irak, Mostafá al Kazemi, ha llamado a la población para que se anime a votar en las elecciones parlamentarias de este domingo en el país, que de momento transcurren sin incidentes y entre extraordinarias medidas de seguridad.

Al Kazemi, que depositó su voto nada más abrir los colegios electorales para alentar a la gente, ha realizado esta tarde una breve evaluación de la situación en el país. "Ya llevamos medio día de elecciones y el proceso electoral está transcurriendo sin problemas", ha hecho saber a través de su cuenta de Twitter.

"Agradezco a todos los que participaron en la votación y pido a los votantes que aún no han votado que se dirijan rápidamente a los centros electorales para elegir a sus representantes", ha añadido.

"Votad por Irak, votad por el futuro de nuestras próximas generaciones", ha concluido Al Kazemi en su mensaje.

Las parlamentarias, de carácter anticipado, fueron convocadas tras la grave crisis política en la que se vio sumido el país tras las masivas movilizaciones registradas en 2019, que forzaron la dimisión del Gobierno y la aprobación de una nueva legislación electoral.

Las protestas, que estallaron en octubre de 2019 y se saldaron con más de 550 muertos --según el balance oficial facilitado en julio de 2020--, supusieron una nueva muestra del desencanto de la población con la clase política ante los numerosos casos de corrupción, el mal estado de los servicios públicos y la crisis económica imperante en Irak.

Decenas de miles de manifestantes --conocidos como 'tishrins', nombre en árabe del mes de octubre-- salieron a las calles del país para denunciar la falta de legitimidad de las autoridades y exigir una refundación política que lleve al país hacia una mayor democratización y el fin del dominio de las milicias y la visión sectaria de la política y la sociedad.

La represión de las protestas, achacada en gran parte de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) --una coalición de milicias progubernamentales, algunas de ellas respaldadas por Irán--, provocó una escalada de los disturbios y finalmente la dimisión del Ejecutivo que encabezaba Adel Abdul Mahdi, que había asumido el poder apenas un año antes.

Esta represión ha sufrido una continuación tras el fin de las mismas en la forma de una campaña de asesinatos selectivos contra activistas, periodistas y representantes de la sociedad civil que ha dejado más de 30 muertos, según datos manejados por Naciones Unidas, en una muestra de la existencia de una campaña para silenciar a las voces críticas.