Las protestas arrancaron el domingo en la Universidad Suleimaniya para reclamar la restauración de las becas
MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Irak, Mostafá al Kazemi, ha tildado este jueves de "inaceptables" los ataques contra manifestantes y los daños causados a propiedades públicas y privadas en el marco de las protestas de los últimos días en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí.
"Las manifestaciones pacíficas son un derecho constitucional, pero atacar a manifestantes y dañar propiedades públicas y privadas no es aceptable", ha manifestado Al Kazemi a través de un mensaje publicado en su cuenta en la red social Twitter.
Así, ha manifestado que "los recientes y dolorosos sucesos en Suleimaniya requieren una postura unificada de todas las partes para preservar la paz social y evitar un mayor recrudecimiento de la situación".
El presidente iraquí, Barham Salí, incidió el miércoles en que la protesta pacífica "es un derecho constitucional" y condenó "la violencia contra civiles y la seguridad pública".
"Es deber de las fuerzas de seguridad proteger a los manifestantes. Protejamos la paz, los derechos de la gente, la propiedad pública y lo sagrado de la patria", sostuvo a través de su cuenta en Twitter.
Las manifestaciones arrancaron hace cuatro días en la Universidad Suleimaniya para reclamar la restauración de las becas y se han extendido a otros puntos de la región del Kurdistán iraquí y han derivado en violencia y disturbios en varias zonas.
Las becas fueron suspendidas en 2014 a causa de la crisis económica y suponen una de una serie de peticiones de los estudiantes, que exigen además mejores servicios, el fin de la influencia política en la universidad y una mejora del sistema educativo.
Los principales incidentes han tenido lugar en Suleimaniya, donde las fuerzas de seguridad han empleado porras, gases lacrimógenos, cañones de agua y balas de goma para reprimir las protestas, según ha recogido la cadena de televisión kurda Rudaw.
La situación ha llevado a las autoridades kurdas a anunciar que entregarán fondos al Ministerio de Educación Superior para hacer frente a las demandas, mientras que las fuerzas de seguridad han advertido de que "harán frente a cualquier grupo político o persona interesada que quiera cambiar la dirección de las protestas".