Actualizado 11/09/2015 20:36

La primera imagen de planetas nacientes muestra mundos apretujados

   MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Un nuevo estudio ha confirmado la controvertida imagen espacial que muestra la primera observación del nacimiento de planetas.

   Cuando una imagen del sistema HL Tau se dio a conocer el año pasado, se desató el debate sobre si las ranuras en el disco de polvo que rodea la estrella podrían explicarse por la presencia de planetas gigantes recién formados.

   Ahora, un nuevo estudio sugiere que la órbita de esos planetas podría servir para estabilizarlos en lugar de para expulsarse entre ellos, como originalmente se había sugerido. Eso significa que la agrupación que esta imagen es la primera en que los científicos han observado la formación de un sistema planetario.

   "El gran problema es, ¿estamos realmente viendo planetas gigantes rasgando el disco en el que se están formando?", dijo en abril pasado el autor principal del estudio, Daniel Tamayo, de la Universidad de Toronto en Canadá, en una presentación en el simposio Emerging Researchers for Exoplanet Science, celebrado en la Universida de Pennsylvania State University. La nueva investigación realizada por Tamayo y sus colegas proporciona ahora una fuerte evidencia de que la respuesta es un sí.

   En octubre de 2014, el Atacama Large Millimeter / submillimeter Array (ALMA) --un radio telescopio gigante en Chile-- capturaba una desconcertante imagen de HL Tau. Los científicos comenzaron a debatir si los planetas eran responsables de tallar las ranuras en el sistema, que se encuentra a unos 450 años luz de la Tierra, en la constelación de Tauro. Aunque no tomaron la imagen original ALMA, Tamayo y sus colegas se propusieron investigar si los planetas podrían sobrevivir tan cerca entre sí.

   Los planetas suficientemente masivos para tallar brechas muy juntas en los bordes exteriores del disco de formación planetaria habrían bastado para dispersar a los demás vecinos cercanos en órbita, dijo Tamayo. Cuando su equipo realizó simulaciones con planetas cinco veces más masivo que Saturno, al menos uno terminó expulsado.

   Sin embargo, Tamayo y sus colegas notaron algo interesante sobre las brechas ultraperiféricas. "Estos tres huecos exteriores, los tres que están más juntos, están ubicados donde debería haber una cadena de resonancia 4:3", dijo.

   En una resonancia 4:3, un planeta orbitaría la estrella cuatro veces por cada tres que su vecino viaja alrededor de la estrella. Estas órbitas especiales sólo se perderían entre sí, permitiendo que el sistema completo se mantenga estable en el tiempo. En el sistema solar de la Tierra, la presencia de una órbita parecida a la de Plutón permite viajar dentro de la órbita de Neptuno evitando al mismo tiempo que los dos choquen.

   En sus conclusiones iniciales, el equipo sostuvo que la resonancias de los planetas exteriores mantendrían sus órbitas elípticas. Sin embargo, si esas órbitas no eran resonantes, el disco de gas y polvo haría las órbitas más circulares. Poco después de publicar los hallazgos originales, los científicos que tomaron la imagen original indicaron que había huecos elípticos.

   "Creo que eso es evidencia muy prometedora de que los planetas son responsables de que haya esos huecos", dijo Tamayo. Un sistema de gigantes en órbita emparejado tiene implicaciones interesantes, dijo.

   "Si son planetas gigantes que están interactuando resonantemente, este es el sistema más estrechamente lleno de planetas gigantes", dijo Tamayo. Los resultados han sido publicados en la revista Astrophysical Journal.