RÍO DE JANEIRO, 18 Oct. (Reuters/EP) -
El Partido Social Liberal (PSL) del candidato ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, se ha mostrado dispuesto a que las formaciones situadas en el centro del espectro político, que fueron las que mejores resultados obtuvieron en las elecciones parlamentarias del pasado 7 de octubre, dominen el Congreso.
Bolsonaro fue el candidato más votado en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, celebrada ese mismo día, con un 46 por ciento de los sufragios, quedándose a tan solo cuatro puntos de proclamarse vencedor sin necesidad de segunda vuelta.
El PSL, al que las encuestas no auguraban tan buen desempeño, sorprendió pasando de uno a 52 escaños, lo que lo convierte en la segunda fuerza de la Cámara de Diputados. Este buen resultado llevó al fundador del PSL, Luciano Bivar, a animar a los suyos a pelear por la Presidencia de la sede legislativa.
Sin embargo, el control del PSL en el Gobierno --Bolsonaro parte como favorito para la segunda vuelta del 28 de octubre-- y en el Congreso podría ser contraproducente para el partido, que necesitará una base aliada en el Parlamento para hacer realidad su 'hoja de ruta'.
El presidente del PSL, Gustavo Bebianno, apuntó el miércoles en este sentido al considerar que sería "antiestratégico". "Estamos cien por cien dispuestos a negociar el liderazgo de la cámara baja con otros partidos", afirmó. "Nadie está pensando en un gobierno autoritario", subrayó.
Los potenciales socios del PSL en el Congreso son los mismos que sostuvieron los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) y que les abandonaron paulatinamente hasta dejar caer a Dilma Rousseff en un 'impeachment' hace dos años.
El PT es la primera fuerza, con 56 escaños, seguido del PSL (52). A continuación se sitúan siete partidos, la mayoría centristas, que oscilan entre los 37 y los 29 diputados y que son la clave para el funcionamiento del Congreso durante la próxima legislatura.
Los 'petistas' tendrán que hacer la misma operación que el PSL en el caso de que su candidato, Fernando Haddad, se imponga el 28 de octubre, aunque los sondeos sobre intención de voto confirman a Bolsonaro como favorito con una ventaja de más de diez puntos.