Actualizado 11/06/2006 04:17

Puerto Rico.- Un ex sicario que trabajaba a sueldo del narco Pablo Escobar anima a los presos a cambiar sus vidas

SAN JUAN (PUERTO RICO), 11 Jun. (EP/AP) -

Un ex integrante de una banda de sicarios que trabajaba para el narcotraficante colombiano Pablo Escobar, John Henry Millán, ha concluido un nuevo recorrido por varias cárceles puertorriqueñas para animar a los reos a cambiar sus vidas.

Millán, que desde hace 12 años, visita cárceles puertorriqueñas como parte del programa "Campeones de por vida", de la organización estadounidense Bill Glass, porta mensajes religiosos a distintos lugares en el mundo.

"El ideal es predicar al Cristo que me cambió a mí, y enseñarles con la vida que vivo ahora cómo me he transformado, que soy un ejemplo en hechos y que ellos pueden ser como uno", señaló Millán en una entrevista concedida a la agencia AP.

Para el ex preso, la vida que llevaba antes como asesino a sueldo a las órdenes de uno de los narcotraficantes más conocidos en el mundo, y la que lleva ahora, son totalmente diferentes.

"Yo era el líder más grande. Hacía homicidio por contrato...Mi primera entrada a prisión ocurrió a los 12 años, por homicidio", relató Millán, también conocido como "El Chino".

Millán ingresó en cárceles colombianas 13 veces por distintos delitos, pero solamente pasaba cortas temporadas en prisión gracias a la influencia del cartel de Medellín sobre las autoridades colombianas.

"En el tiempo de nosotros, la reglas eran diferentes, el cartel dominaba todo. El tiempo más largo que estuve fueron dos años", aseguró.

El momento del cambio en su vida fue en 1988, cuando las autoridades le atraparon y se lo llevaron de "paseo", según él, término utilizado para describir el trato del Estado en aquel momento para quienes pertenecían a los carteles.

"Te llevan, te matan, eliminan tu vida, y tu cuerpo físico lo tiran a la puerta de tu barrio", dijo. "Si tú haces un milagro en mi vida, yo con mi vida te sirvo", recordó que que le pidió a Dios en esos momentos en los que esperaba la muerte.

Millán llegó el jueves a Puerto Rico, donde visitó a cerca de 3.800 prisioneros en su viaje por penitenciarías alrededor de toda la isla.

En total, Millán calcula que ha visitado a casi un millón de presos en todo el mundo durante sus años de peregrinaje, a través de la organización Bill Glass.