Publicado 24/04/2016 09:59

Rafael Tovar: "El espacio cultural iberoamericano es retórica sin herramientas digitales"

El secretario mexicano de Cultura
EUROPA PRESS

   MADRID, 24 Abr. (Notimérica) -

   La Secretaría de Cultura en México, que equivale a un ministerio, prácticamente se acaba de estrenar. El pasado mes de diciembre fue creada por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y la persona elegida para ponerse al frente fue Rafael Tovar y de Teresa, un diplomático, abogado e historiador con amplia experiencia dirigiendo instituciones culturales.

   El secretario ha llegado a Madrid con la intención de acompañar al escritor mexicano Fernando del Paso, galardonado con el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2015, que recibirá su premio este martes en España.

   Tovar y de Teresa, en una entrevista con Notimérica, ha hablado de que el Gobierno mexicano pretende aglutinar instituciones ya existentes y coordinar recursos que México ya destinaba a la cultura. El ministro ha manifestado que Internet supone un enorme reto y, a la vez, una oportunidad sin precedentes para potenciar la cultura sin tener que realizar una elevada inversión económica.

   Asimismo, Tovar y de Teresa ha explicado que la Secretaría de Cultura tiene un amplio interés en procurar que la cultura mexicana adquiera una dimensión internacional y ha incidido en la importancia de la unión iberoamericana en este sentido. "El espacio cultural iberoamericano es una retórica sin herramientas digitales", ha apostillado.

   Pregunta(P): La Secretaría de Cultura tiene una corta vida porque se creó el pasado mes de diciembre. ¿A qué se debe que México no hubiera contado con un ministerio como este anteriormente?

   Respuesta(R): Creo que había una gran tradición institucional de apoyar la cultura. Desde 1905 teníamos un Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes que va recorriendo el siglo y luego aparecen el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Nacional de Bellas Artes. En 1988 se crea ya el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (CONACULTA) que cumple estas funciones, pero sigue dentro del Ministerio de Educación.

   Hasta llegar al punto de que el presidente crea la Secretaría para apoyar y estimular la cultura. Sectores que estaban dispersos se integran todos en una sola institución, con objetivos muy claros en el conjunto de la política nacional. Esto se hace bajo la premisa de: no más estructuras, no más contrataciones. Ha sido un reto utilizar todos los recursos ya existentes. El pasado miércoles presentamos un programa con 1.500 actividades en torno a la conmemoración de Cervantes. Es la primera vez que se presenta su obra completa en América y no ha requerido de un presupuesto especial.

   En México tenemos 200.000 sitios arqueológicos, 150.000 monumentos, 1.200 museos, 22.000 bibliotecas... Todo esto necesita una institución que los coordine y que esté pendiente de que los recursos que el Estado destina para esto se inviertan en las mejores condiciones.

   P: ¿Cuáles son los objetivos o retos que tiene este Ministerio?

   R: El primer reto es poder entender cuales son las nuevas necesidades culturales que tiene el país o que tiene la sociedad. No sólo somos los mexicanos, los ciudadanos de 2016 nos comunicamos distinto. Es un concepto diferente de tiempo y espacio que es producido en un contexto de nuevas herramientas tecnológicas. El primer reto es entender que una parte muy importante de la población, en el caso de México el 60 o el 70 por ciento, tiene acceso a Internet.

   Las dos terceras partes de este porcentaje han hecho consultas culturales, sobre todo la población entre 14 y 29 años. Eso nos da una pista. La creación de una agenda digital-cultural para nosotros es fundamental. La presentaremos los próximos meses a través de distintas plataformas.

   Yo creo que esto permitirá que los mexicanos conozcamos mejor en nuestra cultura y que sea una cultura que no solo esté contemplada en el espacio mexicano, sino que tenga una proyección en el mundo iberoamericano. Una de las propuestas en las que nosotros hemos insistido en la Secretaría Iberoamericana (SEGIB) es la creación de un espacio Iberoamericano, que es una retórica si no pensamos en las nuevas herramientas digitales. México tiene algunas experiencias que pueden ser útiles a los demás países.

P: Usted sostiene que la cultura aporta más al PIB de un país que otras áreas que aparentemente parecen más rentables. Sin embargo, el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha realizado severos recortes en cultura. ¿Cómo lo explica?

   R: El gasto en los temas culturales en cualquier país siempre es insuficiente. Son tantas las necesidades... Pero yo creo que la cultura no es un gasto, sino que es una inversión. México ha tenido una constante en la inversión cultural, pero yo he estado al frente de varias instituciones culturales en México y uno se va ajustando a lo que es importante. Hay que tener ese pragmatismo y no tocar los programas que son a largo plazo; no hacer inversiones innecesarias, sino aprovechar la infraestructura que ya existe; no interrumpir el apoyo a los creadores; y, en general, que los programas no sean temas muy coyunturales o específicos.

   En el conjunto la cultura representa un 2,8 del PIB, que yo creo que es una cifra bastante importante en una economía grande como la mexicana. En muchos momentos no se ve así y se considera que hay áreas que tienen mayor importancia cuando cultura aporta el doble y el triple que otras. No es sólo un tema de desarrollo artístico, sino que es un tema de industrias culturales.

   P: ¿Cree que en México existe un acceso global a la cultura? ¿Hay una parte de la sociedad que de alguna manera queda relegada?

   R: Es una situación que, si bien se puede dar en México, se da en la mayoría de los países. Uno de los objetivos es la creación de una ley federal de cultura que tiene como propósito convertir en derecho humano el derecho a la cultura, que en síntesis quiere decir el acceso para todos de bienes y servicios culturales. Yo creo que las nuevas herramientas nos lo permiten. Por ejemplo, nosotros hicimos un concierto en el Palacio de Bellas Artes al que pueden asistir 1.500 personas, pero con la nuevas tecnologías sacamos pantallas para que lo vieran decenas de miles de personas. Las herramientas ayudan a poderlo lograr.

   P: Cambiando tema, dos mexicanos han recibido el Premio Cervantes recientemente. El último es Fernando del Paso, pero hace dos años la galardonada fue Elena Poniatowska. ¿Es un momento dorado para las letras mexicanas?

   R: Ha habido una muy buena tradición de creadores literarios, de escritores, narradores, poetas, ensayistas... Estoy seguro de que la obra de Fernando del Paso, reconocida en este momento, ya forma parte de la historia del siglo XX. En sus tres novelas básicas: 'José Trigo', 'Palinuro' y 'Noticias del Imperio' son ya parte de la historia de la literatura.

   Creo que en las nuevas generaciones también hay muy buenos exponentes. Con el tiempo, su obra se irá dimensionando. Es un buen momento para las letras hispanas en general, no sólo para México. Hay grandes creadores en el mundo español, en los países latinoamericanos.

   P: Fernando del Paso hizo estas declaraciones el otro día: "El problema no es sólo que haya mucho gobernante inepto. El problema es la bulimia y el escepticismo del pueblo. México parece un país en decadencia"...

R: Es una fase que está dentro de la construcción literaria. México está entre las economías mas importantes, que está en un proceso político y social, que vive un proceso de consolidación democrática, que está encontrando sus propios equilibrios. Ha habido una respuesta del Estado, de las instituciones públicas para dar un cauce a las necesidades sociales.

Al inicio de este Gobierno creo que el presidente tuvo una magnífica iniciativa con las reformas estructurales que no se habían atrevido a hacer sus antecesores. La reforma energética, la reforma fiscal; si no se hubiera realizado los impactos de la economía internacional en México habrían sido infinitamente mayores... En las anteriores legislaturas nadie había tocado a un sindicato que estaba apoderado de la educación. La reforma educativa ha obligado a la evaluación de maestros, al diseño de las infraestructuras educativas... Medidas que encaminan al país e históricamente se verá. Es una de esas medidas cuyos resultados igual no llegan a ver los gobernantes.

P: Precisamente la reforma educativa, que quizás le toca más de cerca, ha desatado polémicas con el sindicato de los maestros. Hay quien critica que las reformas perjudican a los docentes, que muchas veces no tienen manera de prepararse estas pruebas porque trabajan muchas horas y atraviesan precarias situaciones laborales. ¿Qué opina?

R: Yo creo que estas críticas obedecen a intereses políticos concretos del sindicato de maestros. Esto es como si uno va a la escuela o la universidad y se opone a que lo estén evaluando. Es el mismo caso. Han agarrado de bandera decir que no tienen tiempo para no cumplir con el requisito básico que debe de tener un maestro, que es enfrentar una evaluación.

P: Nos apartamos un poco del tema, pero afecta al mundo estudiantil. Los 43 estudiantes desaparecidos de la escuela normalista de Ayotzinapa...

R: Sólo puedo decir que el Gobierno ha puesto absolutamente todo de su parte para esclarecer esa situación. Es algo que ha tomado un cauce político que obedece a intereses muy particulares, pero el Estado ha tomado la iniciativa de transparentar y aclarar lo que sucedió. Muchos de los responsables están en la cárcel y sus declaraciones son públicas. Muchas de ellas dan una explicación de lo que ocurrió esa noche de septiembre.