MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Misión de la ONU en República Centroafricana (MINUSCA) ha conseguido forzar la retirada de la Unión para la Paz en Centroáfrica (UPC), uno de los grupos armados firmantes del acuerdo de paz con el Gobierno, del centro de la ciudad de Alindao (sur), donde se registraron enfrentamientos a mediados de enero con el Ejército centroafricano.
Según ha informado la MINUSCA en un comunicado, en el marco de la operación militar 'Mo Kiri', los efectivos de la UPC, un grupo armado liderado por Alí Darasa y que surgió de la disolución de la antigua alianza rebelde Séléka --mayoritariamente musulmana--, se han retirado del centro de la ciudad y han puesto fin a la circulación de sus combatientes por la misma.
Así, la MINUSCA constató el viernes que la UPC ha desmantelado su base situada en las inmediaciones del cuartel de las Fuerzas Armadas centroafricanas (FACA) y sus barreras de entrada y salida a Alindao, donde los enfrentamientos dejaron dos militares muertos y cientos de civiles desplazados. Además, según el comunicado, el grupo armado se ha comprometido a informar a la MINUSCA de todos sus movimientos en torno a esta ciudad.
Por otra parte, la UPC ha anunciado también su retirada de la localidad de Bambouti, en el sureste, como muy tarde este miércoles 5 de febrero. El grupo armado controlaba esta localidad desde el pasado mes de noviembre.
"La MINUSCA seguirá manteniendo la presión sobre la UPC así como otros grupos armados, conforme a su mandato de protección de la población civil y de apoyo a la aplicación del acuerdo de paz", ha asegurado el jefe de la operación militar y representante especial de la ONU en RCA, Mankeur Ndiaye.
En este sentido, la misión de la ONU ha asegurado que también mantendrá su presión por la vía política con vistas obligar a la UPC a cesar cualquier obstáculo a la seguridad en Alindao con el objetivo final de lograr la restauración de la presencia del Estado en esta ciudad.
El Gobierno de Faustin-Archange Touadéra y un total de catorce grupos armados, entre los que figuran tanto antiguos Séléka como grupos de autodefensa 'antibalaka' --mayoritariamente cristianos-- firmaron el 6 de febrero de 2019 un acuerdo de paz para poner fin al conflicto que estalló a finales de 2013. Aunque la violencia ha remitido en gran medida, en las últimas semanas ha habido enfrentamientos en algunas ciudades.