MADRID 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La ONU ha advertido de que las continuas tensiones y la escalada de violencia en República Democrática del Congo han causado y "seguirán causando estragos" en el país y ha instado a priorizar la vía diplomática para poner fin a la crisis actual, todo ello el mismo día en que las autoridades congoleñas y ruandesas han firmado un acuerdo para acabar con el conflicto.
"Hay que dar prioridad al diálogo frente a la división y preservar activamente la cohesión nacional", ha insistido la jefa de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en el país (MONUSCO), Bintou Keita, quien ha subrayado además que "el camino hacia una paz duradera requiere acción colectiva".
Sin restar importancia a los esfuerzos diplomáticos realizados, Keita ha puesto asimismo el foco en "otras regiones", distintas de Kivu del Norte y Kivu del Sur, donde el grupo armado M23 ha centrado su ofensiva, exigiendo también "atención urgente".
Sin embargo, señalan desde la MONUSCO, los nuevos recortes de financiación y la falta de "medios suficientes" impiden dar una respuesta adecuada en RDC, donde "la crisis de seguridad ha empeorado la situación humanitaria".
"La suspensión de la financiación del principal donante de la MONUSCO, que cubría el 70 por ciento de la respuesta humanitaria en 2024, está obligando a los actores humanitarios a centrarse únicamente en emergencias que salvan vidas", ha matizado Keita. "Estamos a finales de julio y el plan de respuesta humanitaria solo está financiado en un 11 por ciento", ha alertado.
UN PASO HACIA LA DISTENSIÓN
Por su parte, el secretario general de la organización, António Guterres, ha celebrado la firma de este acuerdo que ha descrito como "un paso significativo hacia la distensión, la paz y la estabilidad en la región".
En la misma línea, ha agradecido los esfuerzos e Estados Unidos, Qatar y el mediador de la Unión Africana durante el proceso y ha apelado a las partes involucradas para que "cumplan plenamente los compromisos que han asumido en el Acuerdo de Paz y de conformidad con la resolución 2773 (2025) del Consejo de Seguridad, incluido el cese de las hostilidades y todas las demás medidas acordadas".
Además, como representante de Naciones Unidas, ha hecho constar el "pleno compromiso" del organismo con la aplicación del acuerdo.
Estas declaraciones llegan después de que los gobiernos de Ruanda y República Democrática del Congo hayan suscrito este viernes en Washington un acuerdo con el que buscan poner fin a un conflicto histórico que se ha agudizado este año con los avances del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo en las regiones congoleñas del este, a falta de ver ahora si efectivamente se concreta sobre el terreno.
El acuerdo, que abre la puerta a la explotación de los recursos naturales de una región especialmente rica en minerales clave, contempla que ambos países cesen sus supuestos apoyos a grupos armados y, aunque todas las partes han coincido en resaltar la importancia del momento, tampoco han querido dar nada por cerrado.
Estados Unidos prevé que el acto de este viernes sea además un preámbulo de una cumbre de primer nivel a la que asistan el presidente de República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, y su contraparte de Ruanda, Paul Kagame.