MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Al menos 80 civiles han sido ejecutados por disparos o machetazos en 23 ataques atribuidos a las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), vinculadas a Estado Islámico, durante el mes de enero en el territorio de Beni, en Kivu del Norte, según han denunciado las Fuerzas Armadas congoleñas.
La mayoría de estas víctimas fueron asesinadas en la carretera que une Mbau con Kamango, cerca de Mamove, según recoge el portal de noticias congoleño Actualite.
"Lo preocupante es que las ADF se mueven libremente de aldea en aldea matando a inocentes a pesar de los avisos de la población a las fuerzas de seguridad", ha apuntado un portavoz de la sociedad civil de la zona, Espoir Lutswamba.
Las organizaciones civiles han convocado así un día de luto y de cese de las actividades lectivas y socioeconómicas en homenaje a las víctimas y para exigir a las autoridades que asuman su responsabilidad y tomen medidas.
DECLARACIÓN DE MUJERES DE KIVU DEL NORTE
Por otra parte, un grupo de mujeres de jefes y líderes de Kivu del Norte denominado Sauti la Mama Mukongomani (La voz de las madres de Kongomani) ha publicado un manifiesto en el que piden medidas urgentes al presidente del país, Félix Tshisekedi, para proteger a la población civil.
Las mujeres piden al mandatario una "solución urgente" a la guerra con el Movimiento 23 de Marzo (M23) y recuperar todos los territorios que controla este grupo armado.
Asimismo, las mujeres han denunciado el bombardeo de zonas civiles que han provocado desplazamiento fozoso de personas y la utilización de la violencia sexual y piden una mayor participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones.
El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército congoleño contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que provocó una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto y ha provocado preocupación en la región ante la posibilidad de que estalle un conflicto entre ambos países.