WASHINGTON, 12 Jun. (Notimérica) -
Las consecuencias de las nuevas leyes antiinmigrantes de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha producido a que los indocumentados sean considerados como 'criminales' para los ojos del resto de la nación no hispana.
Las deportaciones contra los ilegales fueron parte de la promesa de campaña del actual primer mandatario, y ahora ese discurso xenófobico es una de las prioridades que tienen como plan de política pública.
El presidente Trump ordenó a su administración que adjudique de forma más agresiva las leyes de inmigración, lo que les ha abierto las puertas al gobierno federal para encontrar, detener y deportar a los que viven en el país de manera ilegal.
Parte de la política migratoria del presente gobierno incluye la deportación de todo inmigrante ilegal aunque no haya sido acusado ni condenado de ningún delito. La ampliación del concepto de "delincuente" mantiene en vilo a miles de trabajadores, estudiantes o amas de casa.
Bajo la administración del expresidente, Barack Obama, los inmigrantes indocumentados sentenciados por crímenes graves eran la prioridad durante los procesos de deportación. Ahora, los agentes de inmigración, oficiales de aduanas y efectivos de la patrulla fronteriza han recibido la orden de detener a cualquier persona convicta por cualquier delito, sin excepción alguna.
La promesa de campaña de Trump en su campaña a la presidencia generó gran temor y enojo en la comunidad de inmigrantes, y sus defensores han advertido que el nuevo enfoque es una amenaza para muchos indocumentados que hasta hace poco no corrían el riesgo de ser deportados.
A continuación algunos rostros de la deportación:
