MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Reino Unido, Dominic Raab, ha defendido la gestión de su Gobierno y la suya propia ante el deterioro de la situación en Afganistán, en un intento por salir al paso de las informaciones --"imprecisas", según él-- sobre su supuesta negativa a hablar con su homólogo afgano.
Los asesores instaron a Raab a hablar con el ministro de Exteriores Hanif Haftar el pasado viernes para discutir las evacuaciones de colaboradores afganos en peligro, en pleno avance talibán. Delegó los contactos en el viceministro Zac Goldsmith, como ha reconocido él mismo, en un comunicado publicado este viernes y en el que justifica sus decisiones.
Así, ha reconocido que se le recomendó hablar con el ministro de afgano, pero la sucesión de acontecimientos terminó precipitando las cosas. Pasó la responsabilidad a Goldsmith, ha reconocido, pero porque como ministro estaba centrado en "priorizando la seguridad y la capacidad del aeropuerto", también por una recomendación "directa" de su equipo.
"En cualquier caso, el ministro de Exteriores afgano aceptó la llamada, pero no pudo hacerla por el rápido deterioro de la situación", ha añadido Raab, que ha insistido en que el Ejecutivo británico trabaja "incansablemente" para evacuar al mayor número posible de personas desde Kabul --más de 1.600 hasta este viernes--.
Raab ya descartó el jueves dimitir por esta polémica, pese a los llamamientos lanzados desde la oposición, y ha recibido mensajes de apoyo de otros miembros del Gobierno.