MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
La periodista rusa Yelena Milashina, agredida la semana pasada en la región de Chechenia, ha recibido este miércoles el alta hospitalaria, según ha confirmado el periodista Alexei Venediktov, responsable de la desaparecida emisora Eco de Moscú.
"Lena Milashina ha recibido el alta del hospital, si bien sigue bajo supervisión médica", ha dicho Venediktov en su cuenta en la red social Twitter. El periodista ha señalado en declaraciones concedidas a la agencia rusa de noticias TASS que Milashina "se encuentra mejor" y ha añadido que "pidió el alta para trabajar".
Milashina y su abogado, Alexander Nemov, volaron la semana pasada a Moscú junto a Venediktov y el premio Nobel de la Paz Denis Muratov. La periodista y su abogado fueron agredidos en la capital de Chechenia por un grupo de personas armadas no identificadas.
La propia periodista relató que los atacantes, aún sin identificar, intentaron cortarle un dedo para desbloquear su teléfono móvil. La ONG Memorial también ha denunciado que los agresores dañaron documentación y equipos informáticos, sin que ningún grupo se haya atribuido este suceso o lo haya justificado de alguna manera.
Milashina y Nemov pretendían acudir al juicio contra Zarema Musayeva, una mujer de 53 años que aseguró haber sido raptada por un grupo de hombres que decían formar parte de la Policía chechena y que está siendo juzgada por resistirse presuntamente de forma violenta a los agentes.
El líder de Chechenia, Ramzan Kadirov, que había cargado públicamente contra Milashina, ha llamado a hacer "todo lo posible" para detener a los culpables. También desde el Kremlin se ha condenado estos hechos, sobre los que ha abierto una causa el Comité de Investigación ruso.
Por su parte, Expertos de la ONU se han mostrado "consternados" por el "violento ataque físico" y han pedido a Rusia que investigue para "llevar ante la Justicia a sus perpetradores y a quienes lo ordenaron", al tiempo que incidieron en que es "otro ejemplo del flagrante desprecio por la seguridad de los periodistas y defensores de los Derechos Humanos" y de los riesgos a los que se enfrentan ambos "en sus esfuerzos por proteger los Derechos Humanos y buscar justicia para las víctimas en Rusia y, particularmente, en la República de Chechenia".