Publicado 21/01/2021 11:44

Rusia.- Rusia envía una nueva petición de información a Alemania en torno al caso del opositor Alexei Navalni

Alexei Navalni en una manifestación
Alexei Navalni en una manifestación - CELESTINO ARCE LAVIN / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades de Rusia han enviado una nueva solicitud de asistencia jurídica a Alemania respecto al caso del supuesto envenenamiento sufrido en agosto por el opositor Alexei Navalni, detenido el domingo inmediatamente después de su regreso al país euroasiático.

La Fiscalía ha indicado que la petición ha sido formulada "después de examinar los materiales enviados por Alemania sobre el supuesto cumplimiento pleno de las solicitudes de asistencia jurídica respecto a la hospitalización de Navalni".

Así, ha incidido en que Berlín ha rechazado la mayoría de las solicitudes formuladas por Moscú y ha criticado que haya entregado únicamente materiales "poco informativos" y que "no contienen respuestas a las preguntas planteadas", según ha informado la agencia rusa de noticias Sputnik.

"Este hecho (...) evidencia la ocultación de las circunstancias reales del incidente", ha denunciado la Fiscalía, que el lunes aseguró que, de los 15 procedimientos solicitados por Rusia, Alemania realizó sólo los relativos al interrogatorio de Navalni y su esposa.

Navalni, que el 20 de agosto enfermó repentinamente durante un vuelo desde Siberia a Moscú y fue evacuado dos días después a Berlín, regresó el fin de semana a la capital rusa, a sabiendas de que, como finalmente ha ocurrido, iba a ser detenido.

Un tribunal ha ordenado que permanezca en prisión al menos durante 30 días, mientras que el dirigente opositor ha instado a sus seguidores a salir a las calles, lo que ha sido criticado por el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

El opositor atribuye el incidente de agosto a un envenenamiento, una tesis que comparten también países europeos como Alemania e incluso la Organización para la Prohibición para las Armas Químicas (OPAQ). Moscú, sin embargo, niega tener pruebas que acrediten este ataque y acusa a los países occidentales de utilizar el caso como arma política.