Publicado 21/10/2019 13:57

Rusia.- La Rusia de Putin, de vuelta en África

Rusia.- La Rusia de Putin, de vuelta en África
Rusia.- La Rusia de Putin, de vuelta en África - -/Kremlin/dpa

El presidente ruso defiende que su país no impone condiciones o su punto de vista a la hora de firmar acuerdos

Moscú ha vertebrado su vuelta al continente en la exportación de armas y seguridad y los sectores energético y minero

MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

Rusia está de vuelta en África. Después de que la influencia ganada durante la Guerra Fría se perdiera en gran medida en la década siguiente a la caída de la Unión Soviética, el país ha ido recuperando terreno, de forma más acusada en los últimos años, en un intento por buscar nuevos socios y oportunidades de negocio para la maltrecha economía, muy golpeada por las sanciones impuestas tras la anexión de Crimea en 2014.

Para ello, ha aprovechado el legado que aún quedaba de la era soviética, durante el que apoyó a algunos de los movimientos de liberación y regímenes frente a Occidente, principalmente Angola y Mozambique. Además, se ha beneficiado de que muchos de los líderes de entonces siguen siendo los mismos y en otros casos recibieron formación en la Unión Soviética.

El Gobierno de Vladimir Putin ha vertebrado su regreso al continente en dos pilares fundamentales: la venta de armas y la formación en materia de seguridad y la inversión en energía nuclear y recursos naturales, uno de los principales alicientes de los países africanos.

Desde 2015, Rusia ha firmado más de una veintena de acuerdos de cooperación militar bilateral con países africanos, según la Agencia de Investigación de Defensa Sueca (FOI), que destaca que en 2016 Rusia era ya el principal exportador de armas a África (el 35 por ciento), por delante de China (17 por ciento) y Estados Unidos (9,6 por ciento).

Esto se traduce en unos 4.600 millones de dólares al año y una cartera de contratos valorada en más de 50.000 millones, con Argelia como principal país importador de armamento ruso, seguido por Egipto, Angola y Ruanda.

Además, Rusia ha venido apostando también por la formación de las fuerzas de seguridad de los países africanos, tanto por la vía directa como a través de contratistas, siendo el caso más conocido el de la empresa Wagner, propiedad de Yegneni Prigozhin, una persona muy cercana a Putin.

El caso más paradigmático en la actualidad es el de República Centroafricana, donde no solo se está entrenando a las fuerzas del país y está presente Wagner, sino que el consejero de seguridad nacional es el ruso Valeri Zajarov y la guardia personal del presidente, Faustin Archange Touadéra, está compuesta por ciudadanos rusos.

EXPORTACIONES EN AUMENTO

En el plano económico, las exportaciones de Rusia al continente se han duplicado en los últimos cinco años, hasta alcanzar los 17.000 millones en 2018, mientras que las importaciones se han estancado en este mismo periodo. La apuesta de Moscú está centrada principalmente en el sector de la energía y el minero, con las principales empresas estatales rusas en dichos sectores ya presentes en algunos de los países africanos.

Así, la empresa de aluminio Rusal extrae bauxita en Guinea Conakry, mientras que la corporación del petróleo y el gas natural está presente en países como Ghana, Mozambique o Nigeria y Gazprom negocia ya con las autoridades de Senegal, donde se han encontrado yacimientos de gas y petróleo, según el recuento que hace Juan A. Mora Tebas en su artículo "'Rusiáfrica': El regreso de Rusia al 'gran juego' africano" publicado recientemente por el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), dependiente del Ministerio de Defensa.

Además, en Angola se participa en la extracción de diamantes, en Burkina Faso en la de oro y en Zimbabue hay participación en el mayor yacimiento de platino del mundo. Moscú también tiene puesta la vista en Namibia y su uranio y en República Democrática del Congo (RDC), un país conocido por sus ricos recursos minerales, resume Mora Tebas en su artículo.

Por otra parte, Rusia, a través de Rosatom, ha desplazado a la francesa Areva como el mayor proveedor de energía nuclear civil en África, con un proyecto para construir una planta nuclear en Egipto y acuerdos en la materia con países como Etiopía, Ruanda o Sudáfrica, precisa el citado artículo del IEEE.

Para seguir ahondando en esta vía, Putin ha convocado este miércoles y jueves en Sochi la primera cumbre entre Rusia y África, a la que está previsto que asistan 47 mandatarios africanos, así como los responsables de varias de las organizaciones panafricanas.

ÁFRICA, UNA PRIORIDAD DE LA POLÍTICA EXTERIOR RUSA

"El desarrollo y el fortalecimiento de relaciones mutuamente beneficiosas con los países africanos y sus asociaciones de integración son una de las prioridades de la política exterior rusa", ha reconocido este mismo lunes Putin, que se ha mostrado convencido de que la cita será "un éxito".

Para el presidente ruso, lo que los países africanos aprecian de Moscú es que "apoya la aspiración legítima de los países africanos para perseguir su propia política independiente, para decidir su propio futuro sin la 'asistencia' impuesta por terceros".

Rusia, ha subrayado Putin en una extensa entrevista con la agencia Tass, no condiciona su apoyo o proyectos conjuntos al "cumplimiento de condiciones previas políticas o de otro tipo o llamadas 'exclusivas'", en una clara alusión a los países occidentales. "Nosotros no imponemos nuestro punto de vista, respetamos el principio de 'soluciones africanas a problemas africanos'", ha sostenido.

Sin embargo, ha denunciado, algunos países occidentales "recurren a la presión, la intimidación y el chantaje contra los gobiernos de los países soberanos africanos" con la esperanza de "recuperar su influencia perdida" e incluso están tratando de evitar el acercamiento de Rusia al continente.

Putin ha asegurado que "toma nota" de esos esfuerzos y ha recalcado que Moscú no va a "participar en una nueva 'repartición' de la riqueza del continente". "Estamos dispuestos a participar en la competición por la cooperación con África siempre que sea civilizada y conforme a la ley", ha señalado. "Rusia tiene mucho que ofrecer a nuestros amigos africanos", ha destacado.

LA TERCERA VÍA RUSA

Con esta postura, el presidente ruso trata de ofrecer una tercera vía a los países africanos, frente al modelo de ayuda condicionada al respeto de los Derechos Humanos y la democracia que propugnan los países occidentales y al modelo de China fundamentado en grandes inversiones en infraestructuras, con su consiguiente deuda.

La cita de esta semana en Sochi será un buen momento para ahondar en este mensaje, subraya en un reciente análisis la firma Stratfor. Putin probablemente tratará de advertir a los líderes africanos sobre "los riesgos de quedar profundamente endeudados con sus otros competidores (en particular China)" frente a las "benevolentes misiones" de Moscú.

Está por ver, añade la firma de estudios geoestrégicos, si Rusia consigue distraerles de su "incapacidad de canalizar el tipo de dinero en efectivo a África" que otros países con "esta combinación de tácticas de miedo, retórica antiestadounidense y ofrecimientos pragmáticos".

Pero con su política, Putin no solo busca nuevos mercados y negocio para la economía rusa. También busca aliados en la escena internacional, en un momento en que sus relaciones con Estados Unidos y con la Unión Europea están en mínimos.

No en vano, los más de 50 países africanos representan el mayor bloque dentro de la ONU, un dato a tener en cuenta para que la posición de Moscú pueda imponerse en determinadas cuestiones. Es más, Moscú apoya que el continente cuente con un asiento permanente en el Consejo de Seguridad, si es que finalmente se produce la reforma del máximo órgano de la ONU.