Actualizado 18/04/2013 09:22

El Senado chileno destituye al ministro de Educación

SANTIAGO, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El Senado de Chile ha aprobado este miércoles la acusación constitucional impulsada por la Cámara de Diputados contra el ministro de Educación, Harald Beyer, por "notable abandono de sus deberes" al obviar las numerosas denuncias sobre el lucro ilícito en las universidades del país sudamericano, lo que supone su destitución.

   Tras once horas de juicio político, los senadores chilenos han decidido por 20 votos a favor y 18 en contra ratificar la decisión de los diputados y cesar a Beyer por su "negativa a fiscalizar el lucro ilícito" en las universidades chilenas.

   No obstante, la otras dos acusaciones, "faltas a la probidad" y "no ejercer el control jerárquico sobre las dependencias del Ministerio de Educación", han sido rechazadas por una holgada mayoría, según ha informado el diario chileno 'El Mercurio'.

   Una vez conocido el resultado de la votación, los ministros que se encontraban en la cámara alta y los legisladores oficialistas se han acercado hasta el lugar donde estaba Beyer para escenificar su respaldo.

   "Ha primado la peor cara de la política", ha lamentado el ya ex ministro de Educación, al tiempo que ha instado a los promotores a "dar la cara" porque "esta acusación constitucional quedará en la Historia como una acusación injusta".

   Beyer ha considerado que se trata de una "operación política" en su contra porque los senadores "han sido incapaces de deliberar", dado que, a pesar de que ha expuesto claramente "los errores" que contenía la acusación constitucional, "la oposición ha votado a favor".

   "Voy a seguir trabajando por la educación", ha adelantado, instando a "todos los sectores a poner en el centro de sus labores una buena política educacional para el país".

   Desde hace más de un año, alumnos y profesores chilenos claman en las calles de las principales ciudades del país sudamericano por una educación pública, gratuita y de calidad. El Gobierno ha presentado una reforma educativa y otra fiscal, para financiar la primera, que los manifestantes consideran insuficiente.