Publicado 01/11/2020 10:31

Al Shabaab es "más eficiente" recaudando que el Gobierno de Somalia y obtiene 13 millones de euros al mes en impuestos

MADRID, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -

El grupo yihadista somalí Al Shabaab cuenta con un sistema "más eficiente" de recaudación de "impuestos" que el Gobierno, lo que provoca que sus ingresos a través de esta vía, marcada en general por la extorsión, igualen o superen a los de las autoridades en importantes zonas del país, especialmente en el sur, según un informe.

El documento, publicado por Hiraal Institute, destaca que "la capacidad de recaudación de impuestos del grupo ha mejorado" desde 2018 y agrega que Al Shabaab recauda de "todas las grandes empresas" en el sur del país a través de pagos mensuales y del azaque, un tributo que pagan los musulmanes en proporción a su riqueza para ayudar a las personas desfavorecidas.

Asimismo, los residentes y empresas que operan en zonas controladas por el grupo pagan el 'infaq' --un desembolso para agradar a Dios sin esperar su devolución--, lo que provoca que Al Shabaab cuente con "reservas sustanciales" --algo con lo que no cuenta el Ejecutivo-- y unos ingresos superiores a sus gastos en "salarios" y "operaciones militares".

Hiraal Institute subraya que "pagar impuestos a Al Shabaab no es una actitud voluntaria" e incide en que "hay un deseo casi universal entre los contribuyentes de tener que pagar impuestos únicamente al Gobierno", algo que se ve impedido por "el miedo y las amenazas creíbles contra sus vidas, única motivación real".

"El fracaso del Gobierno a la hora de monopolizar la violencia en las áreas que controla es directamente responsable del éxito de Al Shabaab a la hora de recaudar impuestos allí", apunta, antes de resaltar que el grupo recauda al menos 15 millones de dólares (cerca de 12,9 millones de euros) al mes, más de la mitad de ello en la capital, Mogadiscio.

Por contra, arguye que "teniendo en cuenta lo generalizado de la recaudación de impuestos por parte del grupo, esta cantidad es una estimación muy conservadora" y agrega que "mientras que las fórmulas impositivas del Gobierno y el grupo son similares en general", Al Shabaab obtiene más fondos a través del azaque y el 'infaq'.

Así, reseña que "los impuestos recaudados por Al Shabaab son del mismo valor o superiores a los del Gobierno central y los gobiernos federales en el sur de Somalia", siendo "el único que recauda impuestos en las zonas rurales, lo que le da un acceso y una influencia que otros actores somalíes no tienen".

Al Shabaab logra así "una pátina de legitimidad", si bien "el pago de impuestos en zonas urbanas que el grupo no controla de forma directamente es considerado ilegítimo, en general". Las personas afectadas por ello son camioneros que reciben garantías de seguridad en su paso por zonas controladas por Al Shabaab a cambio.

"Se necesita una postura exhaustiva para desmantelar el sistema financiero del grupo de una forma que no dañe de forma innecesaria los negocios privados", manifiesta el organismo, que argumenta que "la postura del Gobierno actual es contraproducente a la hora de lograr sus objetivos e ineficiente a la hora de dañar la recaudación de impuestos por parte de Al Shabaab".

En este sentido, incide en que el proceso de recaudación por parte de los terroristas "está permitido por la ausencia de protección a empresarios en gran parte del país". "Los negocios en zonas en las que le es difícil operar a Al Shabaab tienen más probabilidades de rechazar sus exigencias", resalta.

Por contra, Al Shabaab grava "todo" en las áreas que controla, lo que provoca que "los agricultores no puedan usar el río y sus canales a menos que paguen impuestos especiales para el riego de los campos". "Igualmente, es complicado encontrar un empresario que se niegue a pagar impuestos a Al Shabaab en zonas en disputa en las que el grupo tenga una presencia militar activa", añade.

UN SISTEMA "MÁS AVANZADO"

De esta forma, hace hincapié en que "el sistema de impuestos de Al Shabaab es más avanzado y generalizado en los estados relativamente nuevos, como Hirshabelle (centro), donde el grupo "impone impuestos a todas las transacciones inmobiliarias privadas".

"Al Shabaab es capaz de valorar las obligaciones impositivas de los negocios porque obtiene documentos sobre ellos por parte de empleados del Gobierno, especialmente de los que trabajan en el puerto (de Mogadiscio). Al Shabaab usa esta información para reclamar impuestos aduaneros a todas las importaciones", detalla.

Así, explica que "los negocios pagan los impuestos a Al Shabaab con confianza porque esperan que cumpla su parte del acuerdo, como siempre ha hecho". "Los que pagan impuestos son libres de ir donde quieran, mientras que los que se niegan son castigados y sus vidas son puestas en peligro", dice.

"Las personas que se niegan a pagar a Al Shabaab son forzadas a cerrar sus negocios, cambiar su información del contrato o huir del país", dice, si bien el grupo ha asesinado a empresarios que se han negado en reiteradas ocasiones a proceder a estos pagos. "Por ello, la mayoría de los dueños de empresas ven que va en favor de sus intereses pagar impuestos a Al Shabaab", dice.

Lo extendido de este sistema de recaudación se ve reflejado en el hecho de que funcionarios y comandantes del Ejército pagan, algo que "tiene poco que ver con reconocer la legitimidad del grupo y más con aspectos prácticos de la vida real, que hace imposible llevar a cabo negocios en zonas en las que el grupo tiene presencia".

PAGOS DE FUNCIONARIOS Y MILITARES

En este sentido, detalla que "hay algunos funcionarios que dan a Al Shabaab parte de sus salarios para no ser atacados por el grupo", mientras que contratistas gubernamentales en el sector privado lo hacen "para proteger sus intereses comerciales en territorios de Al Shabaab y zonas en disputa en las que el grupo está activo".

"Algunos empleados del Gobierno pagan impuestos a Al Shabaab con la esperanza de que el grupo les deje en paz, mientras que funcionarios que tienen negocios pagan a Al Shabaab para asegurar la libertad de sus operaciones comerciales", señala en su informe.

Un comandante del Ejército entrevistado por Hiraal Institute para la redacción del documento explicó que "hay situaciones en las que se está forzado a pagar impuestos a Al Shabaab" y relató que un ingeniero que construía su casa paró los trabajos por amenazas del grupo.

"Me negué a pagar porque no tengo miedo a Al Shabaab. Días después, las actividades pararon porque el ingeniero dimitió. Contraté inmediatamente a otro, pero recibió las mismas amenazas. Los vehículos que transportaban el material de construcción fueron forzados a parar. Finalmente, me vi forzado a dejar de lado la construcción o pagar impuestos a Al Shabaab. Lamentablemente, les pagué 3.600 dólares (unos 3.090 euros) y pude completar mi casa", dijo.

Por otra parte, el grupo "resuelve disputas entre empresarios, especialmente cuando un negocio presenta una demanda contra otro", al tiempo que "regula la producción de ciertos productos de exportación, como los limones, y garantiza que las cuotas impuestas por las asociaciones agrícolas no son excesivas".

"Otro servicio vital es la seguridad que garantiza a los que pagan impuestos. Los fondos pagados en cualquiera de sus puntos de control garantiza un paso seguro por su territorio y seguridad en las zonas de operaciones militares controladas por el Gobierno", señala.

Así, Hiraal Institute dice que "el éxito de Al Shabaab en la recaudación de impuestos refleja los fracasos del Gobierno a la hora de aplicar las regulaciones existentes contra las actividades del grupo y de detener la infiltración del grupo en el Ejecutivo para obtener la información que necesita para imponer estos impuestos".

"Lo último es especialmente preocupante, ya que da la sensación de que Al Shabaab es una entidad que lo sabe todo", afirma. "Al imponer impuestos en zonas gubernamentales y aplicar sus edictos, puede socavar la legitimidad del Gobierno y gestionar su Estado dentro del Estado", zanja.